
GUANTÁNAMO, Cuba.-Ciudades desiertas con árboles podados. Semáforos, avisos y antenas desmontados.
Y la gente obediente en casa, conteniendo el aliento: Cuba se preparaba el martes para la furia de Matthew, el poderoso huracán que pondrá a prueba su reputado sistema contra desastres.
A unas horas de que el ciclón de categoría 4, en la escala de Saffir-Simpson de cinco niveles, irrumpa con sus peligrosas lluvias, marejadas y vientos de unos 230 km/h, Guantánamo, en el extremo oriente de la isla y punto del impacto del huracán, parecía otra.
El intenso sol que castiga durante casi todo el año a esta ciudad de casi 201.000 habitantes desapareció. Las nubes, los vientos y la progresiva lluvia anticipan la llegada de Matthew para después de las 18H00 (22H00 GMT), según los responsables meteorológicos.
"Tengo comida para hoy y mañana, después veremos. El gran temor que tengo es que el río Guaso crezca y barra con todo", dijo a la AFP Roberto Portes, un guardia de 63 de años de un parque de diversiones, que vive en una casa con techos de zinc, a 200 metros de la ribera.
Portes salió a buscar ron. Vive solo y era uno de los pocos que transitaba por las calles antes del ingreso de Matthew, el temible huracán que a su paso por Haití mató a tres personas y destruyó decenas de casas.
"Extremadamente peligroso", el ciclón supone la mayor prueba para el sistema de alerta y prevención de emergencias desde 2012, cuando el huracán Sandy, de categoría 2, golpeó el oriente de la isla, dejando 11 muertos y gran destrucción en Santiago de Cuba.
