Santo Domingo.- El costo para el desarrollo de un deportista con posibilidades de alcanzar una medalla olímpica en países como República Dominicana puede rondar los 10 millones de pesos (unos 168.000 dólares), si se toman en cuenta factores como los topes internacionales y el mantenimiento de todo un equipo alrededor del competidor.
Este país participa en Juegos Olímpicos desde Tokio 1964 y a partir de Atenas 2004 ha subido al podio en esa y todas las ediciones posteriores, incluyendo dos medallas de oro del exvelocista Félix Sánchez y otra de igual color que ganó el exboxeador Félix Díaz.
Fuentes del Ministerio de Deportes dominicano confiaron a EFE que hay que destinar “mucho dinero” para lograr que un atleta como Bernardo Pie, que recién logró su clasificación a los Olímpicos de París en taekwondo, pueda alcanzar un grado óptimo de rendimiento que le permita aspirar a colgarse una medalla en el evento multidiscplinario más importante del mundo.
“Hay que tomar en cuenta que un atleta como Pie tiene que realizar campamentos internacionales para competir con los mejores del mundo en su peso (-68 kilos), bases de entrenamientos, alimentación especial y el pago de un seguro de salud”, dijo el funcionario del Ministerio dominicano que prefirió el anonimato.
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Bernardo Pie es hermano de Luisito Pie, quien en Río de Janeiro 2016 conquistó bronce en los -58 kilos del taekwondo, siendo la única medalla para República Dominicana en esos Juegos Olímpicos.
Fondos gubernamentales
Casi todos los fondos que se destinan a los deportistas de alto rendimiento en este país son aportados por el Gobierno, a través del Ministerio de Deportes, que también destina partidas para el Comité Olímpico Dominicano (COD).
Pie, quien ya estuvo en los Olímpicos de Tokio 2020, ha ganado la medalla de oro en los dos últimos Juegos Centroamericanos y del Caribe y la plata en las dos más recientes ediciones de los Juegos Panamericanos. “Bernardo Pie compitió lesionado tanto en Lima 2019 como en Santiago 2023.
En Perú se lesionó el dedo meñique de la mano derecha y en Chile los espasmos a causa del frío y la deshidratación lo afectaron desde que llegamos”, afirmó a EFE su entrenador Emmanuel Mateo.
El entrenador de la selección dominicana refirió que Pie se encuentra en un “estado óptimo” en estos momentos y que solo le falta competir en el Panamericano de Brasil, a principios de mayo, donde buscará aumentar su puntuación en el ránking mundial.
“Alrededor de Bernardo hay un cuerpo de entrenadores, que está bajo mi dirección, tenemos una psicóloga y un preparador físico, ambos de nacionalidad cubana, tenemos a un fisioterapeuta y un cuerpo médico”, explicó Mateo.
El equipo dominicano de taekwondo recién regresó al país tras una gira de 36 días por Francia, España y Bélgica.
Una carrera de sacrificios Bernardo Pie nació hace 28 años en un batey del municipio de Bayaguana, en la provincia de Monte Plata, contigua a la provincia de Santo Domingo, y contó a EFE que él y su hermano Luisito “se turnaban” para ver quién se mareaba primero cuando, a llegar a la casa desde la escuela tras caminar 5 kilómetros, no había nada para comer al mediodía.
“A pesar de eso, nos íbamos a realizar nuestras tareas escolares y a las tres de la tarde tomábamos el camino hacia el multiusos para practicar.
En esa época podíamos desayunar con víveres, pero el almuerzo era una especie de sorpresa para nosotros al regresar de la escuela”, afirmó.
Pie agradeció a su madre (ama de casa) y a su padrastro (mecánico) por inculcar patrones de buen comportamiento a cinco hermanos, a pesar de que vivían en un sector “con muchos delincuentes” en Bayaguana.
“Cuando miro hacia atrás y veo el camino que he logrado hasta ahora casi ni lo puedo creer. Fueron muchos los sacrificios de todo tipo que he enfrentado, pero siempre con el propósito de ser cada día más un mejor deportista”, expuso Pie.
Afirmó que gracias a un programa de alto rendimiento establecido en el Ministerio de Deportes, al impulso de las actividades deportivas de las Fuerzas Armadas dominicanas y a los recursos con los que ha sido premiado en su carrera, ha podido brindar un “techo digno” a sus padres.
“Mi carrera en el taekwondo me hace sentir feliz, pero también me priva de una vida normal. He sacrificado mis estudios universitarios y me aleja de mi familia -tiene esposa y una hija de dos años- constantemente. Espero que este tipo de sacrificios me de una gran satisfacción en París”, dijo.