Otra reflexión. Considero que la izquierda actual tiene como antecedentes los ensayos organizativos de la década de los cuarenta del siglo pasado, que fueron sangrientamente reprimidos por Trujillo.

Quedaron sus reductos gracias al esfuerzo y el temple de los sobrevivientes y muy especialmente, al valeroso empeño de ese héroe y mártir olvidado de la resistencia clandestina que se llamó Rafael (Cocuyo) Mieses, asesinado en 1958. ya para finales de los cincuenta, la izquierda de los cuarenta no existía en tanto movimiento.

Así, cuando hablo de la izquierda actual me refiero a la que tuvo aquel antecedente histórico, pero que resurgió con el Movimiento Revolucionario Clandestino Catorce de Junio, develado en enero de 1960, con la actividad, desafiantemente pública, del Movimiento Popular Dominicano; y luego, desde 1962, con el regreso de los dirigentes del Partido Socialista Popular, sobrevivientes en el exilio desde los años cuarenta. Ahí, según mi parecer, está el origen de la izquierda actual.

Se habla entonces con fundamento de la generación del sesenta. Aquella que vivió las experiencias de las luchas antitrujillistas, las elecciones del 20 de diciembre de 1962, la resistencia política y en ocasiones armada al Triunvirato, la guerra de abril de 1965, las luchas políticas y a veces armada, contra la dictadura de los doce años.

Podría decirse que a partir del cambio y la apertura política de 1978, entró en escena una nueva generación de militantes de izquierda, que conoció experiencias nuevas, situaciones y formas de lucha diferentes a las anteriores y agregar que, desde 1994, al final del gobierno de los diez años del mismísimo Balaguer, la edad de los veteranos y las nuevas condiciones, dieron origen a una tercera generación de militantes, la presente.

Compuesta mayoritariamente por jóvenes, que se relacionan con herramientas para la acción política, jamás imaginadas en el pasado, y que operan en un ambiente y bajo unas exigencias de conocimiento sin precedentes.

¿Serán esas tres las generaciones que han militado en nuestro movimiento? En lo que alguien responde y aclara las cosas, yo, que he recorrido el trayecto entero, generación tras generación, rindo tributo de reconocimiento a los militantes de ahora, que sin la aureola de martirio y heroísmo de los de la primera etapa, mantienen la militancia cuando no hay perspectivas de un triunfo rápido, a pesar de todas las tendencias al individualismo, al vicio, la despolitización, el aburguesamiento, que se cultivan desde el campo contrario. Eso también es heroico. Vamos, muchachos….