Cuando nada es como lo ves

Cuando nada es como lo ves

Cuando nada es como lo ves

Dilenia Cruz

De seguro te manejas con esas ideas de lo que es bueno o malo. Los seres racionales e incluso aquellos que actúan por instinto pueden diferenciar lo que es bueno o malo para ellos y su sistema.

Reaccionamos con “la risa o el llanto” dependiendo de nuestras propias creencias. Con frecuencia nos sentimos juzgados por la escala de valores de otros y algo que hicimos desde la buena intención para otra persona o grupo resultó algo malo.

Bert Hellinger, padre de las constelaciones familiars, dijo: “Lo bueno y lo malo depende de los valores de un grupo específico… la base del conflicto es la buena conciencia, y la buena conciencia está al servicio de la supervivencia de un grupo a expensas de cualquier otro grupo”.

Es decir, que cuando pertenecemos a un grupo, nos vemos forzados a actuar como los de ese grupo, familia o sociedad; de lo contrario corremos el riesgo de ser excluidos.

La buena conciencia de la que habló el terapeuta se refiere a que debes actuar sí o sí como el grupo lo ve correcto, aun cuando tú estés en desacuerdo. Cuando no estás de acuerdo con repetir los mismos patrones que tus padres, tíos, hermanos, abuelos y demás, te estás convirtiendo en la mala conciencia.

El precio que con frecuencia pagan aquellos que aceptan seguir su propio destino y hacerlo de manera diferente es, muchas veces, hacer su camino en solitario. Y también está bien, porque nada es bueno o malo. Para todo hay una mejor manera de hacerlo.

Si ese es tu caso y estás preparada/o, busca un ejercicio corto que publicaré al final del día en mis redes sociales. Sígueme y te acompaño a recorrer tu camino en armonía interna desde el amor.



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