Santo Domingo. – "Cuando mi novio apareció en casa de mis padres cerca de las tres de la mañana exigiendo que yo saliera para él confirmar que estaba realmente en casa y no con mis amigas en una fiesta, comencé a pensar en poner fin a nuestra relación", recuerda Agustina de 32 años (nombre cambiado), sobreviviente de una relación tóxica.
“Me dijo que solo estaba preocupado porque no me contactaba, y lo perdoné. Pero dos meses después me sacó a rastras de un encuentro con amigos del trabajo, revisó mi teléfono y me llevó a un lugar lejano. Entre lágrimas me confesó que la sola idea de que yo decidiera dejarlo sería suficiente para quitarse la vida. Fue entonces cuando decidí iniciar sesiones de terapia para salir de un círculo tóxico que ponía en riesgo mi salud mental e incluso mi vida”, relata.
Este tipo de conductas, celos extremos, control, manipulación y amenazas, son señales claras de relaciones tóxicas. Sin embargo, en los últimos meses, los Reels y TikToks que muestran al “chico tóxico” se han viralizado entre jóvenes. Lo que antes era una alerta roja ahora aparece como broma, estética o incluso como una cualidad deseable.
Videos acompañados de descripciones como: "El tóxico cuando no respondo sus mensajes", "Cuando salgo con el tóxico y otros voltean a verme" o "La tóxica cuando le presento a mi mejor amiga" muestran cómo tanto hombres como mujeres normalizan comportamientos controladores y manipuladores, algo que los especialistas consideran sumamente peligroso.
Tóxico: invade, drena, envenena… y deja cicatrices invisibles en quien lo vive.
La terapeuta familiar y de pareja, Miosotis Grullón, explica que una persona tóxica es aquella que, en lugar de generar confianza, produce control, juicio constante, manipulación, egoísmo, celos excesivos y comentarios pasivo-agresivos.
Según especialistas, esta tendencia en redes tiene consecuencias profundas en la percepción de los jóvenes sobre las relaciones.
“Las redes sociales influyen notablemente en adolescentes y adultos jóvenes. Los videos y memes se perciben como algo ingenuo, pero normalizan estas conductas, que luego se replican e integran en la vida cotidiana”, advierte Grullón.
Miosotis Grullón
Entre los comportamientos más comunes de relaciones tóxicas que suelen viralizarse se encuentran: el bombardeo de amor (love bombing), que consiste en atención excesiva y gestos exagerados de afecto para generar dependencia; el control disfrazado de preocupación, con supervisión constante y aislamiento del círculo de apoyo de la pareja; y las ofensas disfrazadas de sugerencias, comentarios pasivo-agresivos que minan la confianza de la otra persona.
Grullón enfatiza que, aunque estos contenidos se compartan de forma “graciosa”, la normalización de estas conductas por parte de hombres y mujeres puede poner en riesgo la salud mental y emocional de quienes las replican, convirtiendo señales de alerta en comportamientos aceptables dentro de una relación.
No violencia
Como Agustina, miles de mujeres en el país viven relaciones donde los celos extremos, el control y la manipulaciónson parte de larutina diaria. Este tipo de conductas no solo afectan la salud emocional y mental, sino que pueden escalar hacia situaciones de violencia grave o incluso la muerte.
Según la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE), entre 2020 y 2024 al menos 708 mujeres murieron en condiciones de violencia, de las cuales 126 ocurrieron solo en 2024, y la mayoría de las víctimas tenían entre 15 y 49 años.
En ese mismo período, cerca del 77.5 % de las muertes violentas de mujeres estuvieron vinculadas a violencia de género o intrafamiliar, mientras que se reportaron más de 341,000 casos de violencia física, verbal o psicológica.
Las señales de alerta (celos excesivos, control absoluto, amenazas o manipulación) son indicadores claros de personas con patrones de comportamiento peligrosos, y reconocerlos a tiempo puede ser la diferencia entre preservar la vida o enfrentar consecuencias fatales.
Para quienes atraviesan este tipo de relaciones, la especialista Grullón recomienda buscar apoyo profesional, establecer límites claros y rodearse de redes de contención, como familiares y amigos. Reconocer los signos de una relación tóxica a tiempo y romper patrones destructivos es fundamental para proteger la salud emocional y física.
Katherine Nicole Espino Cuevas. Periodista, locutora profesional y CMM. Máster en Comunicación Política Avanzada por Next Educación (Madrid). Amante de la escritura bien hecha, las historias con sentido humano y las causas sociales. Creo en la comunicación con propósito, en los valores y en...