El manejo de la diversidad y la inclusión añaden un valor singular a Hoy no me quiero levantar. ¿Quién dijo que las bailarinas todas deben ser delgadas?
Hermosa y quien sabe si no casual, la coincidencia del remontaje de Hoy no me quiero levantar, producción local de José Llano, con el musical Dolly Parton Navidad en la Plaza, por la presencia en ambos del tema de la inclusión, la denuncia de la injusticia social y el uso común de la danza y la canción como vías para expresión.
Llama la atención, con el mismo nivel de perfección del montaje local, con la del show de streaming de Netflix , producida en 2020.
Y más hermosa la coincidencia del criterio estético de este montaje musical, Hoy no me puedo levantar, con la base del programa Quiéreme como soy, una de las iniciativas creativas de José Llano, productor de este trabajo.
En los dos trabajos pase al mismo discurso de inclusión racial, de imagen corporal, de orientación sexual diversa. Ambos son himnos artísticos a la diversidad humana, al rechazo al prejuicio, a la integralidad de la variedad como factor de unicidad humana.
Cuando se disfruta un musical como Hoy no me puedo levantar, que recrea, más que la discografía del paradigmático grupo de balada rock español Mecano, la historia, drama y gloria de sus integrantes, podría el espectador quedarse en el universo de los aportes artísticos e inadvertir su positiva impronta ideológica y de inclusión que permite dar espacio al sentido de justicia, contra los estereotipos, al exponer con una perspectiva sin prejuicios, el respeto por las diversas formas de ser y sentir.
El manejo de la diversidad y la inclusión añaden un valor singular a Hoy no me quiero levantar. ¿Quién dijo que las bailarinas todas deben ser delgadas? ¿Quién refirió que en un escenario están prohibidos los besos entre parejas del mismo sexo, si el teatro es reflejo de la vida? ¿Quién ordenó que los artistas en escena sólo deben ser blancos o heterosexuales?
Técnica y artísticamente se ratifica el criterio del crecimiento del musical en el país como dueño de su máxima expresión artística y técnica, desde el punto en que comenzó a ser representado, hace ya 35 años, en nuestros escenarios. Ha sido un camino largo y una ruta que ha demandado esfuerzos, creatividad, entrenamiento, tecnología.
Repuesto el montaje por su productor José Llano, el musical produce una sensación de máximo respeto al público por el amor y cuidado en cada uno de los factores que lo integran.
Se han dado cita una serie de elementos de excelencia: el amor por el montaje por el productor José Llano, su dirección vocal (Paola González), la dirección teatral (María Castillo), la dirección técnica de un Fidel López que no se cansa de sorprendernos por la forma en que se ha establecido como una de las marcas de la escena dominicana, la dirección musical de Junior Basurto Lomba y el trabajo extraordinario, sincrónico e inspirador de la coreografía a cargo de Natalie Borsos.
A esto se agrega una actuación coral a cargo de José Guillermo Cortines, Akari Endo, Javier Grullón, Karla Fatule, Irving Alberti, Pamela Sued, JJ Sánchez, Zeny Leiva, Juan Espinal, Luis Pérez, Pablo Pérez y Alexander Duval, de entre los cuales Duval se nos lleva las palmas por su indescriptible integración al resultado final desde sus roles en Las Pepas y como maestro de danza, afanado en esta coreografía contemporánea.
Los temas musicales recreados con fuerza y fidelidad, fueron: “Hoy no Me Puedo Levantar” hace un repaso por las más exitosas canciones de Mecano entre las que figuran “Quiero Vivir en la Capital”, “Maquillaje”, “Quédate en Madrid”, “Mujer contra Mujer”, “Me Colé en una Fiesta” y “Cruz de Navaja”.
Uno de los aciertos del libreto es cruzar el trayecto de Mecano con las coyunturas sociales que vivió España en esos tiempos cruciales, lo cual se refleja como grito de rebeldía iconoclasta.
Hoy no me puedo levantar nos robó hasta el último suspiro, junto al resultado de la danza coreografiada, los desempeños actorales y la escenografía física, el desempeño de la escenografía digital, su interacción y sincronía con las actuaciones en vivo y la terminación de sus diseños.
Habíamos realizado una evaluación del arte escénico de 2022 en el cual consideramos como musical del año Mariposas de Acero, pero al ver esto, lo menos que podemos hacer es compartir el lauro, siendo como resultan, dos trabajos resultados de vocación, talento, empuje y perfección en niveles que el género no había alcanzado.
Fue una injusticia no haberlo incluido en nuestra selección de lo mejor del arte popular y clásico de 2022, pero cuando se estrenó, no lo vimos. Estábamos fuera del país.
Este musical producido por Llano, requirió de un esfuerzo humano y técnico, considerablemente mayor, sin desdecir para nada lo dicho del trabajo de Waddy Jáquez y Pablo García. Ambos musicales nos llenan de orgullo. Ambos adoptando caminos expresivos distintos y válidos.
¿Por qué Mecano?
El grupo Mecano se conserva en el recuerdo por haber sido, entre 1981 y 1992, el grupo español de género pop, pioneros del tecno-pop, new wave y wave en España e Iberoamérica, integrado por Ana Torroja y los hermanos Nacho y José María Cano
Refiere Wikipedia que Mecano realizaba un pop que evolucionó desde una sonoridad puramente tecno, durante su primera etapa (entre 1981 y 1985), hasta el eclecticismo de la que es considerada como su segunda época artística (entre 1986 y 1992), en la que el grupo demostró gran versatilidad a través de grandes producciones y de la incursión en diferentes estilos, siempre desde un planteamiento unificador logrado especialmente a través de la sonoridad pop de su vocalista, que sirvió como tamiz nivelador de las muy diferentes concepciones artísticas de sus dos autores, los hermanos Cano.
Por: José Rafael Sosa