El embajador dominicano en Roma, Víctor Grimaldi, ha alborotado las avispas con su denuncia de una supuesta desestabilización política en el país.
Resulta que el ambiente está caldeado desde hace meses por un conflicto que distancia a los seguidores del presidente Danilo Medina y del expresidente Leonel Fernández por el tema de las primarias abiertas o cerradas en la ley de partidos. Además, que el Partido Revolucionario Moderno ha recrudecido su accionar para ocupar un espacio que ha perdido desde hace varios años.
Lo que ocurre con la Marcha Verde no debe ser preocupación para una supuesta desestabilización, como advierte Grimaldi, ya que ese movimiento ha centrado sus acciones dentro del marco de la legalidad y del respeto, con posiciones firmes y concretas sobre sus demandas. ¿Entonces, dónde está la desestabilización?
Calentando los motores
Lo que ocurre, sin embargo, es que ya los partidos, al margen de la resolución de la Junta Central Electoral, se preparan para el activismo, pero nunca puede advertirse, desde el punto de Grimaldi, de que habría algún accionar contra el Gobierno.
La demanda de la diputada Faride sobre pagos a Joao Santana y Mónica Moura por servicios de publicidad debe asumirse como parte del sistema y a favor de la transparencia.