Criptomonedas: la plataforma Celsius se declara en bancarrota

Criptomonedas: la plataforma Celsius se declara en bancarrota

Criptomonedas: la plataforma Celsius se declara en bancarrota

Hace un mes estableció un «corralito» a sus clientes para protegerse de las condiciones extremas del mercado. No lo consiguió y ahora se ha declarado en bancarrota.

La plataforma Celsius, uno de los mayores prestamistas de monedas digitales y un actor clave en el mundo de las finanzas descentralizadas, se ha acogido al capítulo 11 de la Ley de Quiebras de Estados Unidos, que permite a las empresas con problemas financieros a reorganizarse bajo la protección de la ley.

Celsius mantendrá con este mecanismo el control sobre sus operaciones, aunque bajo la supervisión de un tribunal.

«Esta es la mejor decisión para nuestra comunidad y nuestra empresa», ha dicho en un comunicado Alex Mashinsky, CEO y cofundador de la empresa.

Celsius ha solicitado al tribunal poder seguir pagando a sus empleados pero, por el momento, no piensa permitir a sus clientes la retirada de fondos. Cuenta, segun el comunicado, con un efectivo disponible de US$167 millones, «lo que ofrecerá una amplia liquidez para apoyar ciertas operaciones durante el proceso de reestructuración».

A partir de ahora, Celsius va a funcionar con nuevos directores. Se trata de David Barse y Alan Carr, ambos con experiencia en firmas de inversión.

La plataforma se ha visto arrastrada por la crisis que ha atravesado el mercado de las criptomonedas.

«El mercado cripto ha comenzado el año teniendo turbulencias en medio de las subidas de tipos de interés de la Reserva Federal, la elevada inflación y la caída generalizada de los mercados», explica Alice Liu, asociada senior de la firma WisdomTree, en referencia al desplome del sector.

Bitcoin
Bitcoin acumula una caída del 50% en lo que va de año.

El mes pasado decidió congelar las cuentas de sus 1,7 millones de usuarios, una decisión que fue calificada de «corralito» por los expertos en criptomonedas, en referencia a la restricción de retiro de efectivo de los bancos en Argentina en el año 2000.

Celsius impide desde entonces a sus clientes retirar fondos, traspasarlos o incluso convertir en dinero lo ganado con las criptomonedas.

Esto hizo que el precio del bitcoin y el ethereum, las dos divisas virtuales más grandes por valor de mercado, se desplomara continuando una preocupante tendencia a la baja.

Además, Binance, la plataforma de intercambio de criptomonedas más grande del mundo, también se vio afectada y tuvo que «pausar» durante unas horas los retiros de bitcoin.

El bitcoin acumula caídas por encima del 50% en 2022, mientras el ethereum ha perdido un 69% de su valor.

Y esto, explican los expertos, ha arrastrado a las demás divisas en un efecto dominó y ha puesto en problemas a varias plataformas.

Ethereum
El ethereum es la segunda criptomoneda más importante por valor de mercado.

Celsius, que tiene oficinas en Estados Unidos, Reino Unido y Lituania, dijo entonces que la congelación se realizó «en beneficio» de toda su «comunidad para estabilizar la liquidez y las operaciones mientras adoptamos medidas para preservar y proteger los activos».

En cuestión de un año el CEL ha pasado de valer US$7 a unos US$0,20.

Altas recompensas

El sistema de Celsius, como plataforma de préstamos, recompensa a sus clientes con altas tasas de interés por mantener criptomonedas dentro de su red.

Es decir, alguien con un bitcoin podía «almacenar» la moneda en esta plataforma y a cambio recibir recompensas por ello.

Cuando alguien decide poner la moneda en staking, el nombre en inglés de esta práctica, se compromete a no realizar ninguna operación con ella.

En general, cuantos más días dejas una cripto en staking, más jugosa es la prima.

La razón por la que una criptomoneda gana recompensas mientras está almacenada es porque la cadena de bloques la pone a trabajar.

Bitcoin y dólar

Es un sistema similar a las cuentas de ahorro en los bancos tradicionales que sin embargo no cuenta con el mismo grado de protección legal.

Según su página web, Celsius ofrece más del 7% de interés en monedas estables como USDC y tether; un 7,25% para polygon, un 6% para ethereum y un 6,25% para losbitcoin.

Son unos porcentajes de ganancias que ningún banco del mundo puede ofrecer en la actualidad, dadas las condiciones de los mercados y los bajos tipos de interés.

Una llave digital
El tether es considerado una «stablecoin» por su paridad con el dólar.

«Demasiado buenos para ser verdad»

Lo sucedido ha llevado a Gary Gensler, presidente de la SEC, el principal regulador financiero de Estados Unidos, a advertir sobre los rendimientos prometidos de las plataformas de préstamos criptográficos y productos que parecen «demasiado buenos para ser verdad».

«¿Cómo alguien ofrece (un porcentaje tan alto de rendimiento) en el mercado actual sin dar mucha información?», dijo en un foro público.

Ya en marzo, y no por primera vez, las tres autoridades europeas de supervisión financiera advirtieron a los consumidores sobre los riesgos reales de los criptoactivos, señalando que no son adecuados para la mayoría de los consumidores minoristas como inversión o como medio de pago o intercambio.

Data centre
Las criptomonedas se «minan» en servidores.

Sin embargo, «la fiebre de las criptomonedas parece estar lejos de remitir. Se estima que alrededor del 10% de la población adulta en Europa y el 16% en Estados Unidos tiene algún tipo de inversión en criptodivisas», afirma Sam Theodore, consultor senior de Scope Group en un comentario de mercado.

«Lamentablemente, no hay estimaciones sobre cuántos de estos inversores entienden su funcionamiento y los riesgos a los que se exponen«, añadió.

Para Paul Donovan, economista jefe de UBS, el desplome del mercado de las criptomonedas no es importante para la economía real.

El mercado de las «criptos está implosionando (nuevamente). ¿Importa esto? No. Las criptos son una apuesta, no una inversión. Las economías pueden beneficiarse si la mano de obra y los recursos de las criptomonedas se transfieren a sectores económicamente útiles», dijo el economista.