- Publicidad -

- Publicidad -

Crimen de Guerra

El fósforo blanco en Gaza, es la chispa que quema la ley y calcina la verdad. Niños abrazados, mujeres atrapadas y periodistas silenciados: la otra cara del fósforo blanco. es el fuego que no distingue entre niños y soldados, donde la humanidad entera arde.

En Gaza, el cielo no siempre anuncia lluvia. A veces lo que cae del firmamento es fuego que no se apaga, partículas que se adhieren a la piel de un niño o al velo de una madre y lo consumen todo en segundos. Es fósforo blanco: un arma que, en pleno siglo XXI, sigue siendo arrojada sobre una de las poblaciones más densamente habitadas del planeta.

Mientras el humo cubre escuelas, hospitales y campos de refugiados, el mundo asiste dividido: unos lo llaman “táctica militar”, otros lo denuncian como crimen de guerra. Pero en Gaza, la diferencia entre esos términos se mide en cuerpos calcinados y en gritos silenciados.

El drama no termina en las víctimas directas. También mueren quienes intentan contar la historia: Las Oficina de la ONU cifra en un mínimo de 242 (al 11 de agosto) a los periodistas palestinos abatidos desde el inicio de la guerra el 7 de octubre de 2023, lo han convertidos en objetivos de guerra para que el mundo no vea lo que sucede. El resultado es brutal: el fuego no solo quema carne, también quema la verdad.

Este artículo examina cómo el fósforo blanco ha pasado de ser una herramienta militar a convertirse en símbolo del fracaso moral y legal de la humanidad. ¿Qué pesa más hoy: la letra fría de los tratados internacionales o la vida ardiente de un niño en Gaza?

El Short de AJ+ Español, titulado “Crimen de guerra israelí: Fósforo blanco”, muestra en apenas segundos una denuncia que retumba en la opinión pública: Israel ha utilizado fósforo blanco en Gaza, una de las zonas más densamente pobladas del planeta.

En ese territorio donde viven 2.3 millones de personas y la mitad son niños, las armas incendiarias no distinguen entre combatientes y civiles. Mujeres, menores y ancianos son las principales víctimas.

El fósforo blanco explicado

El fósforo blanco arde a 800 °C, se adhiere a piel, ropa y huesos, y provoca quemaduras que no se extinguen con agua. En teoría, es un arma de “cobertura de humo”. En Gaza, se transforma en un arma de terror masivo.

Impacto directo en la población civil:

  • Niños: los más vulnerables, con heridas fatales en segundos.
  • Mujeres: atrapadas en refugios improvisados con sus hijos.
  • Infraestructura civil: escuelas y hospitales convertidos en trampas incendiarias.

Etiquetas

Pavel de Camps Vargas

Analista de Redes Sociales | Especialista en Social Listening y Manejo de Crisis Digital | Consultor en IA y Verificación de Noticias | Consultor IT | Presentador de 'El Futuro en un Click'

Artículos Relacionados