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Créditos verdes representan el 33% de la cartera evaluada por la banca dominicana

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Santo Domingo.– El sistema financiero dominicano avanza en su transformación hacia un modelo más sostenible, con pasos firmes en la incorporación de criterios ambientales en sus operaciones de crédito.

De acuerdo con un informe de la Superintendencia de Bancos, un total de 7,545 operaciones de crédito reportadas por seis entidades financieras, únicamente 2,460 fueron consideradas elegibles bajo los criterios de la taxonomía verde, lo que representa el 33 % de la cartera analizada.

El estudio revela que estas operaciones alcanzan RD$158 mil millones, frente a los RD$427 mil millones del total de la cartera reportada.

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Asimismo, reporta que el sector construcción domina tanto en cantidad como en valor de los créditos verdes. Con1,584 operaciones elegibles (64 %), representa el 44 % del monto total aprobado en esta categoría, con RD$70 mil millones.

A esta actividad, le siguen el sector energía, que aunque solo representa el 4 % de las operaciones, concentra el 36 % del monto aprobado (RD$56 mil millones), y el sector industrial, con un 15 % de operaciones y RD$18 mil millones en créditos.

Además, el informe destaca que 309 operaciones de crédito (13 % del total elegible), por un valor de RD$88 mil millones, fueron evaluadas a través del Sistema de Administración de Riesgos Ambientales y Sociales (SARAS), evidenciando un avance en la gestión de riesgos de políticas ambientales, sociales y de gobernanza (ASG). en el sistema financiero.

Avances en sostenibilidad

Además, subraya que el 100% de las entidades participantes ha incorporado ASG en su planificación estratégica, promoviendo una cultura de prácticas responsables en todos los niveles organizacionales. En cuanto a la gestión de riesgos, el 33% de las entidades ya opera con un SARAS implementado, mientras el 67% restante trabaja en su desarrollo o adaptación.

El informe indica que el 83 % de las entidades financieras expresó interés en adaptar sus portafolios crediticios según los criterios de la taxonomía verde, lo que facilitaría la alineación con estándares internacionales y abriría nuevas oportunidades de financiamiento sostenible.

A pesar de los avances, el informe revela desafíos importantes. De las 65 actividades económicas reconocidas por la taxonomía verde, solo 15 presentan actualmente operaciones de crédito elegibles.

Esta baja representatividad se atribuye a la falta de precisión en la clasificación de la codificación interna de los bancos y la ausencia de productos financieros diseñados para ciertos sectores.

Añade que entre los sectores no elegibles dentro de la cartera se encuentran ganadería, agricultura, hidrocarburos, comercio, cinematografía e inmobiliaria.

El informe enfatiza que estos resultados evidencian áreas de oportunidad para expandir el financiamiento verde, así como la necesidad de fortalecer la identificación de actividades elegibles que puedan estar siendo financiadas actualmente sin ser reconocidas como tales.

Mayor desarrollo

Dentro del sector construcción, la actividad de construcción de nuevos edificios representa el grueso de las operaciones elegibles, con RD$65,305 millones aprobados (93 % del total del sector). Estos créditos tienen un valor promedio de RD$57 millones, una tasa promedio de 12% y un plazo medio de 3.5 años.

Resalta que el 54% de estas operaciones fueron otorgadas a micro y pequeñas empresas, mientras que un 18% corresponde a grandes corporativos.

Otras actividades dentro del mismo sector, como la renovación de edificios y los servicios profesionales relacionados, tienen montos y tasas diferentes, con menor presencia de corporativos y mayor participación de microempresas.

Perspectiva

La taxonomía verde busca canalizar inversiones hacia actividades alineadas con los objetivos ambientales del país, como el Acuerdo de París y los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Según la SB, todas las entidades financieras consideran esta herramienta como beneficiosa para sus operaciones, ya que promueve transparencia, competitividad y acceso a mercados internacionales.

Sin embargo, su implementación completa requerirá capacitación técnica, adecuación de productos financieros y mejoras en los sistemas de clasificación y reporte, elementos clave para que el sistema financiero avance decididamente hacia una economía baja en carbono y resiliente al cambio climático.

Etiquetas

Eymi Silvestre

Periodista del área económica.

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