La jornada de negociaciones en Asia estuvo dominada por una gran oscilación intradiaria de las acciones chinas.
El Índice Compuesto de Shanghái se hundió un 5,4 por ciento antes de borrar todas las pérdidas y terminar el día en terreno positivo.
Tal vez Bill Gross esté en lo cierto, y el mejor panorama a corto plazo esté en China, aunque no todavía. Sólo hay que chequear el apetito por obtener un fragmento de la Compañía Nacional de Energía Nuclear de ese país: la firma se conformaba con recaudar apenas US$2,000 millones en su oferta pública inicial, y se encontró con US$273.000 millones en ofertas.
El apetito por las acciones chinas aún no se ha disipado.