Coronavirus: las cuestionadas prácticas de los fabricantes de leche de fórmula acusados de utilizar la pandemia de covid-19 (y qué ocurre en América Latina)
«Se puede causar mucho daño aun teniendo las mejores intenciones».
La advertencia la hace el Dr. Marcos Arana, coordinador para México de la Red Internacional de Grupos pro Alimentación Infantil, IBFAN, refiriéndose a una campaña para la donación de leche de fórmula de Nestlé a comunidades del sur de ese país afectadas por el coronavirus.
Pero, aunque desaconsejadas por los expertos -y hasta severamente restringidas por ciertas legislaciones locales- las donaciones de este tipo de productos también se han multiplicado en otros países durante la pandemia.
Y, según IBFAN, son solo un ejemplo de cómo numerosos fabricantes de leche de fórmula y otros alimentos infantiles están tratando de «explotar» la pandemia de covid-19 con fines de mercadeo.
Así, entre las prácticas denunciadas por la organización también se destacan intentos por aprovecharse del miedo de los padres a que sus hijos puedan contagiarse de coronavirus.
Según la OMS, no hay nada que indique que el coronavirus puede transmitirse a través de la leche materna.
«¿Puede transmitirse el COVID-19 a través de la leche materna?», se pregunta, por ejemplo, un anuncio de la marca Nutricia -propiedad de la multinacional Danone- visible para usuarios de Instagram en Paraguay, a pesar de que la OMS ha sido enfática en que no hay nada que sugiera que eso es posible.
Y la publicidad que hace énfasis en la supuesta capacidad de la leche de fórmula para fortalecer el sistema inmune también parece haberse multiplicado en los últimos meses, con la marca Similac destacando en su publicidad para Perú la presencia de «un nutriente clave» que ayudaría a proteger a los niños «de virus y bacterias».
Esto, a pesar de que está claramente establecido que la mejor forma de alimentar y fortalecer el sistema inmune es a través de la leche materna.
Donaciones cuestionables
De hecho, según la Organización Mundial de la Salud, «existen datos científicos de alta calidad que demuestran que la lactancia materna reduce la mortalidad de los neonatos, lactantes y niños menores de 5 años, incluso en entornos con recursos abundantes».
Y esa es una de las razones por la que la OMS impulsó la adopción de un Código Internacional de Comercialización de Sucedáneos de Leche Materna el que hasta la fecha ha sido suscrito por 136 países, incluido México.
Entre otras cosas, este Código establece que los fabricantes de este tipo de productos no deben hacer donaciones si no es previa solicitud escrita de las autoridades competentes o siguiendo sus lineamientos.
Y eso no sucedió en el caso de la campaña denunciada por Arana, en la que Farmacias YZA, Nestlé y FEMSA -la mayor embotelladora de Coca Cola del mundo- invitaban a la población a «apoyar con latas de leche a bebés y niños vulnerables» del sur de México.