La crisis provocada por la expansión del nuevo coronavirus Covid-19 ha generado una preocupación generalizada y, como consecuencia, ha provocado reacciones por parte del gobierno dominicano para contener a lo mínimo posible los contagios.

Pareciera que estamos al inicio del pico de casos, que en poco tiempo se contarán por decenas, por lo que las disposiciones adoptadas por las autoridades sanitarias ameritan del respaldo de toda la población.

Hasta el momento el Ministerio de Salud Pública ha sido diligente y transparente al comunicar los casos confirmados.

A esas autoridades les ha tocado nadar en un tormentuoso mar de rumores e informaciones falsas, exageradas o infundadas.

Lo menos que requieren las autoridades sanitarias es distracción. Necesitan cooperación y comprensión.

Asimismo, las autoridades nacionales están compelidas a actuar con determinación pensando siempre en el bien común.

Las duras medidas adoptadas por el gobierno, acompañadas con una solicitud de declaratoria de estado de emergencia, no son simpáticas para nadie pero hay una especie de consenso de que han sido necesarias.

El Covid-19 se mueve con nosotros, por tanto si se limita la movilidad humana se reduce la expansión del virus.

Cooperemos pensando en que ya el sacrificio ha sido grande y por tanto no puede ser en vano.