Aprendamos un poco más sobre los tipos de convulsiones que se presentan a las personas que viven con epilepsia y las causas principales que originan la condición.
La epilepsia está estrechamente asociada con las convulsiones. Los episodios convulsivos pueden lucir como episodios catatónicos en algunos casos mientras que en otros pueden hacer que el paciente tiemble, se caiga y pierda el control de su cuerpo y de conciencia sin poder estar consciente de lo que sucede en su entorno.
Si bien las convulsiones están agrupadas en dos grupos (generalizadas y localizadas) cada grupo tiene diferentes tipos que pueden ocurrir de manera individual o combinados de ahí la importancia de aprender más sobre esta condición.
Algunos tipos de convulsiones podrían pasar inadvertidos para personas que no conozcan bien las particularidades del tema; en ocasiones el paciente solo parece confundido o distraído con la vista perdida.
Una persona (niño o adulto) puede desarrollar epilepsia por muchas causas diferentes, algunas de las cuales pueden ser desconocidas (idiopática). Sin embargo, todas están divididas en dos grandes grupos: una afección de salud o a una lesión que afecte el cerebro.
Dentro de las causas más comunes de epilepsia incluyen: accidente cerebrovascular o accidente isquémico transitorio (AIT), demencia, como el mal de Alzheimer, lesión cerebral traumática, infecciones, como absceso cerebral, meningitis, encefalitis y VIH/Sida, problemas cerebrales presentes al nacer (anomalía cerebral congénita).
La lista también puede incluir lesión cerebral que ocurre durante o cerca del momento del nacimiento, trastornos metabólicos presentes al nacer (como fenilcetonuria), tumor cerebral, vasos sanguíneos anormales en el cerebro, otra enfermedad que dañe o destruya el tejido cerebral, trastornos epilépticos congénitos (epilepsia hereditaria).