¿Sientes que estás estancado en un proceso? ¿Quieres cambiar de trabajo y no consigues esa oportunidad que anhelas? ¿Tu casa o ambiente en el que te desenvuelve es poco amigable? Pudiera que estás atrapado dentro de un círculo de energía negativa.

Aunque parece una locura, es cierto, nosotros mismos atraemos buena o mala fortuna. No es cuestión de suerte. Convierte tu energía y úsala a tu favor.

Empieza por observarte. Lleva un diario de tus situaciones durante varios días. Anota momentos alegres que tienes; escribe con detalle porque te resultaron alegres, que le suman a tu proyecto de vida. Anota los momentos difíciles, molesto, de enojo o cualquier otro sentimiento, y describe porqué sentiste esas emociones.

Cuando pienses que un momento x fue malo o bueno debido a una persona o situación, analiza qué es lo que en verdad te agrada o desagrada de esa persona o situación. Es muy probable que esa situación o persona te esté reflejando algo que tienes dentro y con lo que no quieres lidiar. La vida te lo pone de frente y tú lo repeles.

Estos ejercicios también ayudan a identificar situaciones que son propias o ajenas. Solo tenemos que trabajar para solucionar las propias.

Cuando reconocemos que una situación no es nuestra, entonces se la entregamos a su dueño y liberamos de un gran peso.

No importa si el problema es de un familiar cercano o un amigo, no es algo que estamos obligados a cargar. Cuando reconocemos que no es nuestro problema, nuestra energía empieza a ser más positiva. Si somos más positivos también somos de más ayuda para nosotros y los demás.