Es prácticamente algo normal observar a cualquier hombre violar la ley mediante la acción de orinar en plena vía pública.
Esto se ha convertido en una costumbre, sin importar que mujeres y niños puedan ver esta imprudencia.
Sin embargo, nunca aparece ninguna autoridad, como el caso de los agentes de la Dirección General de Transporte y Tránsito Terrestre, que están más preocupados en poner multas que en realizar una mejor labor, más eficiente.
Hasta en avenidas es normal que un conductor se desmonte de su vehículo y proceda a orinar, en violación a las buenas costumbres. Hay que aplicar la ley contra estos violadores.