Tegucigalpa.– Socorristas de varias instituciones continúan este viernes en la búsqueda de seis de los nueve buzos desaparecidos de una de las dos embarcaciones pesqueras que naufragaron el miércoles en el Caribe de Honduras, lo que dejó 27 muertos, mientras que 104 fueron rescatados, informaron fuentes oficiales.
De los 27 fallecidos, al menos tres no habían sido reconocidos, ni habían llegado familiares en su búsqueda, dijo hoy a periodistas la vicealcaldesa de Puerto Lempira, departamento caribeño de Gracias a Dios, Ana Julia Echeverría.
Agregó que hasta las 05.00 horas locales (11.00 GMT) se desconocía la identidad de los tres pescadores y que se tiene previsto enterrarlos hoy en Puerto Lempira porque están en avanzado estado de descomposición.
Echeverría, quien perdió a tres familiares en el naufragio del bote pesquero Waly, señaló que los pescadores que naufragaron eran originarios de las comunidades de Brus Laguna, Villeda Morales, Ahuas y Puerto Lempira.
De los 27 fallecidos, 23 ya fueron entregados a sus familiares, mientras que el capitán de la embarcación Austin Haylock, otra de las víctimas, fue sepultado el jueves por sus parientes.
Para hoy se prevé que finalice el traslado de los buzos que fueron rescatados entre el miércoles y jueves a sus comunidades.
Los pescadores (de langosta) fallecidos trabajaban como buzos y naufragaron cerca de Cayo Gorda, departamento de Gracias a Dios, a bordo de la embarcación Capitán Waly.
El director de la Marina Mercante, Juan Ramón Sierra, dijo a periodistas en Tegucigalpa que ya se tienen algunos indicios de la causa del naufragio de las dos embarcaciones, pero que a inicio de la próxima semana se dará a conocer un informe oficial.
Añadió que el mal tiempo y “el sobrepeso” que llevaban los dos botes pesqueros pudieron ser factores para el naufragio, y que en el caso del Waly dio “vuelta de campana».
Sierra subrayó que el sobrepeso “crea inestabilidad en la embarcación” y que el proceso de la investigación continúa.
El funcionario señaló que la Marina Mercante emite certificados sobre la capacidad mínima y máxima de peso que debe llevar una embarcación y que las dos que naufragaron salieron desde Puerto Lempira “con todo en regla».
Sobre versiones extraoficiales en el sentido de que el Waly pudo ir incorporando más pescadores en el de Marzo después de haber zarpado, dijo que eso suele ser “común” en la pesca de langosta, pero que habrá que esperar el informe para que se conozcan las causas de los naufragios.
Luego del naufragio, autoridades locales y pobladores del departamento de Lempira exigieron al Gobierno que preside Juan Orlando Hernández que cree fuentes de trabajo en esa región de Honduras, que colinda con Nicaragua y es una de las más pobres del país.
Al respecto, la vicealcaldesa de Puerto Lempira expresó que por la falta e empleos, los hombres arriesgan su vida en la pesca de langosta como buzos.
El Gobierno de Honduras lamentó el jueves la muerte de los 27 pescadores y desde Tegucigalpa envió personal médico y forense, equipo y varios ataúdes en aviones de la Fuerza Aérea.
Según la versión oficial del jueves, la embarcación Waly transportaba 91 personas, de las que 27 fallecieron ahogadas, 55 fueron rescatadas y nueve están desaparecidas.
La segunda embarcación que naufragó, identificada como Francely, transportaba 49 personas de las que todas fueron rescatadas.
“El Gobierno de la República expresa sus condolencias y solidaridad a las familias de los fallecidos y ratifica su compromiso de apoyar los esfuerzos de rescate de los cuerpos, auxilio a los sobrevivientes y búsqueda de los desaparecidos a través de las Fuerzas Armadas de Honduras y otras instituciones del Estado”, indicó la sede del Ejecutivo.
La práctica del buceo en los bancos pesqueros del Caribe hondureño ha dejado centenares de muertos y lisiados en los últimos 50 años.