Election workers prepare ballots for voters at a polling station in the Licee of Petion Ville in Port-au-Prince on October 25, 2015, during the presidential elections. Polling stations opened in Haiti early Sunday, with some 5.8 million people eligible to vote for a new president amid serious security concerns. AFP PHOTO/HECTOR RETAMAL
Puerto Príncipe.-Las autoridades electorales de Haití comenzarán a deliberar el martes si deben anular los resultados de la disputada primera ronda de las elecciones presidenciales del año pasado, como recomendó una comisión especial que habría detectado un fraude significativo.
El jefe del consejo electoral haitiano, Leopold Berlanger, declinó comentar las conclusiones de la comisión el lunes por la noche, diciendo que el ente necesitará hasta el 6 de junio para examinar el informe y anunciar un nuevo calendario electoral.
El Consejo Electoral Provisional (CEP) tiene la última palabra en cuestiones electorales. El responsable de la comisión de verificación, Pierre François Benoit, dijo a The Associated Press que los miembros de su comité quedaron tan conmocionados por la revisión, que duró un mes, que no tuvieron otra alternativa que recomendar que el proceso comience de nuevo y se anule el balotaje que se había pospuesto en varias ocasiones.
Auditaron una muestra elegida al azar de 25% de las aproximadamente 13.000 hojas de conteo de las casillas electorales.
La comisión fue designada por el presidente interino del país, Jocelerme Privert, que asumió en febrero en medio de un prolongado estancamiento electoral debido a la percepción generalizada de fraude electoral.
“Tras analizarlo, empezamos a ver un patrón en una gran cantidad de votos, que no podían atribuirse a ningún votante o grupo de votantes.
Les llamo `votos zombi”’, dijo Benoit a la AP. Coincidiendo con lo manifestado por grupos de observadores haitianos poco después de las elecciones del pasado 25 de octubre, Benoit apuntó que muchas de las credenciales emitidas para representantes de partidos políticos parecieron facilitar el voto múltiple ya que “mucha gente votó más de una vez”.
La conducta de varios empleados de los centros electorales fue cuestionable, agregó. Aunque en los comicios de octubre no solo se elegía al nuevo presidente del país, la comisión de Benoit no hizo ninguna recomendación para repetir esos votos.
El parlamento de Haití está casi completo tras dos rondas de votación el año pasado y hacer que varios senadores y diputados abandonasen sus escaños complicaría enormemente la situación.
Privert ha dicho en repetidas ocasiones que Haití no puede reiniciar el proceso de votación sin generar antes confianza en la maquinaria electoral.
Los legisladores que nombraron a Privert el pasado febrero pensaban que dejaría paso al nuevo mandatario electo el 14 de mayo.
Pero el lunes por la noche Privert dijo que el consejo electoral tiene la responsabilidad de celebrar unos comicios legítimos y que el nuevo presidente debería asumir el cargo a principios de 2017.
Funcionarios estadounidenses no se pronunciaron de inmediato sobre las conclusiones de la comisión de verificación de anular las elecciones presidenciales.
Contribuyentes estadounidenses aportaron más de 30 millones de dólares para que la nación celebre elecciones durante este ciclo.
Representantes de la Organización de Estados Americanos, que monitorizó el trabajo del comité de verificación y habían dicho que los resultados oficiales del pasado otoño parecían legítimos, también declinaron realizar comentarios.
El recuento oficial dejaba en primera posición a Jovenel Moise, el candidato del partido Tet Kale que fue seleccionado personalmente por el anterior presidente, Michel Martelly.
Los resultados fueron cuestionados por grupos de observadores locales y por casi todos los demás aspirantes al puesto, en especial por el segundo más votado, Jude Celestin.
En su día dijo, que el escrutinio que daba a Moise casi el 33% de los votos era un “fraude masivo” y muchos grupos de la sociedad civil expresaron su preocupación por la legitimidad de los comicios.
Miembros de la formación a la que pertenece Moise dijeron que no tenían comentarios sobre las conclusiones de la comisión.
En los últimos días, varias embajadas extranjeras habían advertido a sus ciudadanos residentes en Haití que la publicación del informe podría generar disturbios.
Pero tras el anuncio, el centro de la capital, Puerto Príncipe, estaba en calma. Había una mayor presencia de cascos azules de Naciones Unidas y policía haitiana en las calles próximas al Palacio Nacional.
Jean Pierre, un residente en la ciudad que tiene un pequeño negocio de fotografía de boda, dijo que esperaba que la clase política acepte el resultado y siga adelante.
“Cada vez que los manifestantes salen a las calles y queman neumáticos y aplastan autos solo hacen retroceder al país”, dijo.