Conozca los colores que más eligen las personas hipócritas, según la psicología
SANTO DOMINGO.- El escritor Francisco de Quevedo afirmaba que “el hipócrita quiere parecer lo que no es”. En términos generales, la hipocresía se define como la actitud de fingir creencias, valores o principios que en realidad no se poseen. Se trata de una incongruencia entre lo que una persona dice y hace, muchas veces con la intención de obtener la aprobación de los demás o encubrir su verdadera naturaleza.
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Según la psicóloga Martha Guerri, de la Clínica Fertty, la hipocresía no es una patología, sino un comportamiento que la sociedad fomenta. Aunque en algunos casos puede surgir como un mecanismo para evitar dañar a otros, cuando se convierte en un acto de conveniencia o comodidad personal, adquiere una connotación negativa.

Esta dualidad también se manifiesta en las preferencias cromáticas. De acuerdo con el investigador Fernando Restrepo Betancur, en su estudio «Preferencia por los colores en universitarios de Medellín, Colombia», los colores transmiten distintos impactos visuales que influyen en la expresión de emociones y sentimientos, muchas veces de manera inconsciente.
Uno de los colores más asociados con la hipocresía es el amarillo.
El director académico José Ángel Saavedra, en un artículo publicado por la Escuela Británica de Artes Creativas y Tecnología, explica que este color posee una naturaleza contradictoria. Mientras simboliza alegría, innovación y optimismo, también se le atribuyen significados negativos como la falsedad, la arrogancia y la superficialidad.
En diversas culturas, el amarillo ha sido vinculado con la mentira, los celos y la traición, rasgos que suelen relacionarse con la hipocresía. Un análisis de L’Escola d’Art i Superior de Disseny de España señala que una exposición prolongada a este color puede incluso generar irritabilidad.
Otro color relacionado con la hipocresía es el verde.
El psicólogo Óscar Castillero Mimenza indica que, aunque se asocia con fertilidad, esperanza y buena suerte, también tiene connotaciones negativas, siendo la envidia la más destacada. En tonalidades más oscuras, el verde se vincula con la manipulación, el horror e incluso la muerte, especialmente cuando se combina con el negro.
De acuerdo con el estudio de Restrepo Betancur, el verde es más popular entre los hombres, mientras que el amarillo tiende a ser la preferencia de las mujeres. La relación entre colores y emociones ha sido ampliamente estudiada, evidenciando su influencia en la percepción, el comportamiento y la comunicación cotidiana. Expresiones como “verde de envidia” o “alerta roja” reflejan cómo los colores se vinculan con estados emocionales específicos.
El psicólogo Julio Santiago, de la Universidad de Granada, señala que estas asociaciones tienen bases culturales, biológicas y sociales. Ejemplos como el amarillo ligado a la prensa sensacionalista, el rojo a la sangre y el verde oscuro al peligro o la manipulación demuestran que el significado de los colores varía según el contexto y la experiencia personal.
Carl Jung, en su obra «Simbología del Espíritu», describió los colores como «la lengua madre del subconsciente», destacando su capacidad universal para evocar respuestas emocionales profundas.
Por su parte, la escritora alemana Eva Heller, en su libro «La psicología del color», subrayó que comprender el simbolismo de los colores es clave para su uso adecuado, pues cada uno encierra complejidades que enriquecen nuestra percepción del mundo y nos ayudan a entender mejor las dinámicas sociales y psicológicas que nos rodean.
Por: INFOBAE
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