Conocer los riesgos y someterse a exámenes regulares es fundamental para prevenir el glaucoma, causa de ceguera irreversible
El Día Mundial del Glaucoma, celebrado cada 12 de marzo, se ha convertido en una oportunidad clave para sensibilizar a la población sobre la importancia de la prevención y la detección temprana de esta enfermedad visual.
El glaucoma, una afección que afecta el nervio óptico, a menudo avanza sin síntomas evidentes, lo que lo convierte en una amenaza silenciosa para la visión. La doctora Mariel Warren y el doctor Servando Santana, representantes de la Unidad de Oftalmología y Catarata de República Dominicana, advierten sobre la relevancia de los exámenes oculares periódicos, especialmente para las personas mayores de 40 años, quienes tienen un riesgo más alto de desarrollarla. A pesar de que no se puede curar, un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado pueden prevenir la pérdida total de la visión.
Sobre el glaucoma
Mariel Warren dijo que el glaucoma es una enfermedad que daña el nervio óptico y causa la pérdida progresiva de la visión. Ocurre cuando las células nerviosas de la retina mueren, lo que afecta la conexión entre el ojo y el cerebro. Esto se puede notar con cambios en la parte del ojo donde comienza el nervio óptico y en las fibras nerviosas que rodean esa zona. Esta condición, si no se trata a tiempo, puede provocar una reducción significativa en la sensibilidad del campo visual, llevando a la discapacidad visual e incluso a la ceguera.
A nivel mundial, el glaucoma es la segunda causa de ceguera después de las cataratas. Según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), para el año 2040, más de 111 millones de personas vivirán con esta enfermedad. En República Dominicana, aproximadamente el 4% de la población padece glaucoma, lo que lo convierte en un problema de salud pública significativo.
Uno de los principales desafíos en el diagnóstico del glaucoma es su naturaleza asintomática en etapas tempranas. Se estima que el 50% de los pacientes no saben que tienen la enfermedad hasta que presentan una pérdida visual avanzada, la cual es irreversible. Por esta razón, la Unidad de Oftalmología y Catarata resalta la necesidad de realizar evaluaciones oftalmológicas periódicas, especialmente para personas con antecedentes familiares de glaucoma, con la finalidad de hacer un diagnóstico temprano que permita preservar la visión del paciente.
Factores de riesgo
Ambos especialistas comentaron que dentro de los principales factores de riesgo para desarrollar esta enfermedad se encuentran: presión intraocular alta, historia familiar, presión de perfusión ocular baja, raza negra, asiática o latina, tener 50 años o más de edad, miopía alta, córnea delgada. Condiciones como la hipertensión arterial, la diabetes mellitus y la hipotensión sistémica también se asocian a un mayor riesgo de desarrollar esta enfermedad.
“El glaucoma se clasifica en tres tipos principales: glaucoma de ángulo abierto, glaucoma de ángulo cerrado y glaucoma infantil, cada uno con subclasificaciones específicas. Las personas con glaucoma de ángulo abierto tienen dificultad para drenar el líquido del ojo (Humor acuoso), debido a una mayor resistencia en el sistema de drenaje. En el glaucoma de ángulo cerrado, el drenaje está bloqueado o es muy estrecho, lo que impide la salida del humor acuoso. Por su parte, el glaucoma infantil se presentan cambios anatómicos que impiden el drenaje adecuado del humor acuoso”, apunta Servando Santana.
Todos estos mecanismos dan como resultado el aumento de la presión intraocular. Conocer el tipo de glaucoma es vital para proporcionar el tratamiento adecuado a cada paciente.
Tratamiento
El tratamiento del glaucoma está dirigido a la reducción de la presión intraocular, el único factor de riesgo modificable. Aunque la presión intraocular normal oscila entre 10 y 21 mmHg, la enfermedad puede desarrollarse incluso dentro de este rango, dependiendo de la tolerancia del nervio óptico de cada individuo. Por esta razón, el enfoque terapéutico debe ser personalizado, considerando el tipo de glaucoma, la presión intraocular meta y la respuesta del paciente a los tratamientos.
Es importante destacar que el glaucoma es una patología que no se cura, sin embargo, se puede controlar. Actualmente, existen diversas opciones terapéuticas para controlar el glaucoma, como medicamentos hipotensores tópicos y orales, procedimientos láser selectivos, cirugías mínimamente invasivas, cirugías convencionales de glaucoma e implantes de dispositivos valvulares. Una evaluación oftalmológica completa, acompañada de estudios como el campo visual y la tomografía de coherencia óptica, permite determinar el tipo y grado de glaucoma y el tratamiento más adecuado para cada paciente.
Prevención
La Unidad de Oftalmología y Cataratas de República Dominicana insta a la población a realizarse evaluaciones oftalmológicas anuales, recordando que una detección oportuna puede salvar la visión.
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