Existen diferentes contextos en los cuales se puede presentar la violencia, como por ejemplo en el hogar, en el trabajo, en las escuelas, y así se pueden mencionar muchos más. De igual manera, varían las características de quienes ejercen y reciben la violencia.
Paola Rosa Mota, psicóloga de los Centros de Diagnóstico y Medicina Avanzada y de Conferencias Médicas y Telemedicina (Cedimat), señala que de acuerdo a diversos estudios e investigaciones relacionados con la violencia y su ciclo, existe mayor evidencia que arroja como la mujer suele ser la víctima frente a los diferentes tipos de agresiones que existen y es por esto que se suele hablar, instruir y alertar sobre la violencia hacia la mujer.
La experta indica que la violencia hacia la mujer es definida como: “Todo acto de violencia de género que resulte, o pueda tener como resultado un daño físico, sexual o psicológico para la fémina, inclusive las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la privada”, esto según la definición ofrecida por la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Tipos de violencia
La especialista precisa que para hablar de esta también es importante poder identificarla, y en este aspecto suele haber mucho desconocimiento. “Para muchas personas la violencia solo es identificable cuando se ejerce de manera física, y aun así, también se tiende a minimizar. Por ejemplo, pensando que solo es válido calificar como como esta si la acción recibida llega a tener algún impacto (marcas en el cuerpo, heridas, entre otros), cuando no siempre es así, y no por esto se debe ignorar”, dice la psicóloga.
Violencia psicológica
La experta manifiesta que esta se reconoce a través de los mecanismos de intimidación, manipulación y amenazas que emplea el agresor para infundir en la víctima: miedo, duda e inseguridad. Se puede identificar en comentarios como “no puedes vivir sin mí”, “estás loca”, o en acciones como prohibirle compartir con familiares y amigos.
Violencia física
Debido a la facilidad de distinguir, frente a los otros tipos de violencia, como ya se mencionaba anteriormente, suele recibir mayor atención. El agresor emplea la fuerza física a través de los golpes, pellizcos, patadas, fracturas, entre otras manifestaciones.
Violencia económica
Dentro de los mecanismos utilizados se encuentran el incumplimiento de las responsabilidades económicas en el hogar, dificultar o impedir que la víctima obtenga sus propios ingresos, por ejemplo, impidiendo que pueda conseguir un empleo, afirma la experta.
Ciclo de la violencia
La psicóloga comenta que diversas investigaciones se han realizado para ayudar a comprender y prevenir la violencia. Una de las teorías más aceptadas e incluso utilizadas es la descrita por Leonor Walker sobre el ciclo de esta, el cual explica la dinámica entre víctima y agresor y como las agresiones pueden variar en frecuencia, intensidad e incluso combinarse con actos que parecieran demostrar cariño y arrepentimiento por parte del que agrede.
Mota apunta que esta teoría, que consta de tres fases, ayuda a comprender las tácticas de control por parte del agresor y por qué para la víctima la posibilidad de escapar no resulta tan sencilla como podría parecer para los demás en su entorno.
Primera fase
Aumento de la tensión. En esta, la tensión va aumentando de manera gradual. Es aquí donde se presentan las palabras humillantes e insultos. Se caracteriza por el maltrato mayormente verbal que recibe la víctima, aun así, pueden presentarse amenazas e incluso primeras agresiones físicas. Es importante identificarla, a menudo suele pasar desapreciada e incluso llegar a normalizase por parte de la familia y amistades.
Segunda fase
Explosión de la violencia. En esta, la tensión continúa su escalada. Es decir, continúa en aumento hasta que llega a estallar. El agresor descarga su ira sobre la víctima. En esta fase, se incrementa el maltrato, tanto físico como psicológico.
Tercera fase
Luna de miel. Debido a las acciones de arrepentimiento del agresor, él pide perdón, realiza regalos.
Amenazas e insultos
— Violencia sexual
Este término se refiere a la obligación de la otra persona a realizar actos sexuales que no desea. Además, pueden estar presentes las amenazas e insultos si la víctima intenta negarse y no hacer la voluntad del agresor.
Recomendación
Resulta de mucha ayuda tanto para el psicólogo (a) como para la víctima saber identificar las etapas del ciclo ya que un aspecto importante de la intervención como profesionales de la salud, es dotar a los pacientes (y su red de apoyo) de la información adecuada respecto a la violencia, sus diversas manifestaciones y consecuencias, apunta la profesional.