El país conmemora los 200 años de la independencia de España, proclamada por José Núñez de Cáceres en el año 1821, que por la breve duración de ese periodo —dos meses y ocho días—, terminó conociéndose como “Independencia Efímera”.
Ahora bien, ¿cuál es la importancia de ese periodo que tuvo una duración breve, frágil, pero con una repercusión histórica estratégica que nos lleva a conmemorar dos siglos de su acontecimiento?
Antes debemos resaltar que la conmemoración de dicho acontecimiento forma parte de la agenda patriótica, en el día de hoy, de la Comisión Permanente de Efemérides Patrias, que encabeza su presidente Juan Pablo Uribe; y que cuenta con importantes aliados —designados por el Poder Ejecutivo mediante el decreto 146-21— para el enaltecimiento de ese hecho, como los ministerios de Cultura y Defensa, de Educación, la Academia Dominicana de la Historia, el Archivo General de la Nación, la Universidad Autónoma de Santo Domingo y la Academia de Ciencias de la República Dominicana.
En términos históricos este hecho tiene una gran importancia porque se trató de una referencia, una iniciativa patriótica, una huella firme a cargo de José Núñez de Cáceres, y que, a la vez, funcionó como una especie de germen para la independencia que se logaría el 27 de febrero de 1844 mediante el movimiento de la Trinitaria, y que encabezó Juan Pablo Duarte, junto con Matías Ramón Mella y Francisco del Rosario Sánchez.
La conmemoración de los 200 años de ese breve periodo constituye un gran homenaje a un hombre visionario, que tuvo el valor de dar el primer paso para ese proyecto de nación que, al correr de los años, terminó llamándose República Dominicana.