Se espera la rebatiña por la integración de la Junta Central Electoral. Es decir, las diferencias o choques entre los partidos por quién o quiénes pueden ser miembros calificados para conformar ese organismo.
Sin embargo, la ciudadanía se mantiene a la expectativa sobre los acuerdos que siempre se materializan a favor de ciertos candidatos bendecidos por los partidos.
No existe posibilidad de que la Junta sea integrada por personas que no tengan afinidad o afiliación con algún partido, ya que desde hace años que prima una concertación para elegir a los favoritos para esas posiciones.
Otro lío…
Tan pronto se supere el problema de la Junta Central Electoral viene entonces el caso del Tribunal Superior Electoral, que ha sido otro foco de conflictos, ya que los actuales jueces han recibido diferentes críticas y acusaciones de parcialidad.
Tampoco los actuales directivos de ese organismo despiertan la confianza necesaria para permanecer en ese tribunal y se apuesta a figuras más independientes y sin ningún compromiso para dirimir los conflictos entre los partidos.
