
Por: Ramón Mercedes
Nueva York.– Dominicanos en esta ciudad condenaron la acción del cónsul de la República Dominicana, Jesús -Chú- Vásquez, de no permitir la entrada a la sede consular, para ir al baño a orinar, a la periodista dominicana Gleidy Galicia, del canal de TV-69 La Tora en dominicana.
La acción del cónsul se produjo porque la comunicadora estaba cubriendo la protesta que le hicieran el pasado fin de semana frente al consulado, varias organizaciones sociales y comunitarias contra la política del presidente Luis Abinader y del mismo funcionario consular.
Galicia, que cubre la fuente de la Presidencia en RD y vino acompañando al presidente Abinader a la ONU, cuando fue a entrar al consulado, con su micrófono de prensa en mano y en su pecho el carnet de acreditación que dice «Presidencia de la República», le dijeron «Usted no puede entrar aquí»; ella replicó «voy al baño», y uno de la seguridad contestó «vaya a otro sitio, tenemos instrucciones del cónsul de no dejar entrar a nadie».
La periodista se vio obligada a trasladarse a un establecimiento comercial cercano a comprar productos por varios dólares y así poder pasar al baño del negocio.
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La líder comunitaria Dayanara Borbón, sostuvo: «Prohibirle a una periodista o a cualquier dominicano entrar al consulado de su país es inconcebible, deja establecido como se violan los derechos de los connacionales en el gobierno, y esa acción contra la comunicadora da hasta vergüenza ajena. Es aberrante esa disposición del cónsul».
El dirigente político y activista social Luis Mayobanex Rodríguez (Radhames) precisó: «los gerentes del consulado, además de los altos precios de los documentos que mantienen y de operar de espalda a la comunidad, con este caso de la periodista vejada aparentan iniciar una política de exclusión en el uso de sus espacios públicos”.
«Esto es una retaliación, indolencia y actitud antihumana, que incluso se puede interpretar como una obstrucción al ejercicio periodístico». «Además, la Convención de Viena establece en las Funciones Consulares proteger los intereses de los ciudadanos de su país en el Estado receptor”, expresa Rodríguez.
Para el ingeniero Radhamés García, reconocido activista comunitario: «Es indignante, una afrenta personal y vergüenza para la comunidad». «Ese lugar, que debería ser la casa de los dominicanos en tierras lejanas, se transformó en un escenario de humillación y atropello».
Han violado la Constitución de nuestro país, en su artículo 39 que establece: «Se garantiza la igualdad de todas las personas ante la ley y que se prohíbe cualquier acto que menoscabe o anule el reconocimiento, goce o ejercicio de los derechos fundamentales en igualdad de condiciones», Subrayó.
Para el profesional de la odontología, Edwin Grescioni: «fue una irreverencia hacerle eso a la comunicadora, porque el consulado no es de él, ese es un punto de resguardo para todos los quisqueyanos que se vean en problemas, sin importar el color, bandería política, ni religión.
Fue una afrenta prohibirle a la periodista, con todas sus identificaciones visibles, entrar a la sede para ocupar el baño”.
La activista comunitaria y política, Wascarina Cabral, indicó: «Esa acción del consulado es condenable y repudiable, porque el artículo 40 de nuestra Constitución establece ‘la libertad de movimiento y de tránsito, garantizando el derecho de todas las personas a circular libremente por territorio dominicano, salvo las limitaciones que establezca la ley, pero estas limitaciones deben ser razonables, no discriminatorias y estar basadas en criterios objetivos».
Otros quisqueyanos que se expresaron en términos similares fueron Ricardo Sánchez, Mario Valdez, Antonio Sierra, Juan de los Santos, Margarita de Ruiz, Geraldo Guzmán, Luis Marrero y Héctor Luna, entre otros.