Aunque las personas lectoras no lo crean, en la República Dominicana hemos tenido experiencias en esta modalidad de servicios en las escuelas públicas y en centros privados. Ya que la conflictividad está donde hay personas, en este caso menores de edad. La primera fue la auspiciada por Manuel Corripio Alonzo en la Escuela Básica Domingo Savio, en donde 32 menores fueron entrenados para ejercer la función de personas mediadoras.
Luego, con el auspicio de la Fundación Institucionalidad y Justicia (Finjus) y la Suprema Corte de Justicia dirigida por Jorge Subero Isa, inició el segundo en la escuela República de Haití del Distrito Nacional, capacitados por mediadores judiciales certificados por las escuelas judiciales de Costa Rica y la Judicatura (ENJ).
Es por esta y otras razones, comparto en esta ocasión estas conclusiones, ya que las mismas permiten a los actores del Ministerio de Educación dominicano (Minerd) y a las ongs que promueven estas iniciativas, a fortalecer la convivencia en el sistema educativo dominicano.
La mesa fue coordinada por la experta argentina Florencia Brandoni, Pedro Morais Martins de Portugal y por la mexicana, Laura I. Quiroz Colossio.
La primera señala que “La mediación escolar necesita ser incorporada como la metodología por la cual se gestionen los conflictos en el ámbito educativo, no solo de los niños, niñas y adolescentes, sino de todos los actores educativos”.
Dice que “Es imperioso dotar al personal docente de herramientas que les permitan abordar y ayudar a gestionar adecuadamente las situaciones de conflicto; incluso aquellos relacionados con las diversas violencias de que son objeto los educandos”.
La tercera resalta “…se precisa de realizar diagnósticos sobre violencia y conflicto, con datos actualizados y basados en la realidad educativa y, de ahí, partir al diseño de programas de resolución de conflictos acordes a la necesidad y posibilidad…”.
La 4 “En la escuela existen situaciones de violencia grave, psicológica, estructural y física, entre docentes y alumnos que, si bien no son mediables, la implementación de esta metodología podría ayudar a prevenirlos al crear una cultura de paz y convivencia armónica”.
La 5 que debería Minerd considerar “Es prioritario que la agenda de las autoridades educativas contemple la formación en resolución de conflictos y construcción de paz, tanto en teoría como en práctica, en su currículo y como forma de gestionar los conflictos en la vida institucional, desde las escuelas formadoras de docentes”.
Para garantizar La seis resalta “…la seguridad de los estudiantes y todos los actores educativos en un contexto caracterizado por violencia directa visible e innegable, debe informarse a todos los actores educativos sobre protocolos de actuación…”.
Mientras la 7 indica “Gestionar la puesta en marcha de una política pública para crear una instancia y un Programa Nacional de Mediación Escolar que instruya para difundir la cultura de gestión pacífica de conflictos en todo el territorio nacional…”
Para las instancias de educación superior, la 8 subraya “La implementación de programas de mediación en las instituciones de educación superior y la incorporación en el currículo de materias sobre resolución de conflictos es imprescindible para reafirmar la ciudadanía, mejorar la convivencia escolar, optimizar los recursos de tiempo y económicos de las instituciones…”
En relación a la capacitación de docentes la 9 recuerda “Es prioritario fortalecer el perfil docente que consigna la Nueva Escuela…”, entre otros aspectos.
La 10 plantea “Es urgente trabajar desde las escuelas por la erradicación de la discriminación y de la violencia en todas sus manifestaciones, así como por la equidad de género y la aceptación y aprecio a la diversidad como una forma de enriquecimiento cultural y con ello abonar al respeto a la dignidad de las personas y a la cultura de paz en el ámbito escolar”.
En relación a la autoestima en la familia y escuela, la 11 es “Promover la inteligencia emocional desde los más tempranos estadios de desarrollo a través de programas de gestión emocional y de ayuda a los padres y madres de familia para su contención en casa y así la institución Escuela…”.
La 12 habla de articulación social al “Establecer alianzas con organizaciones de padres y madres de familia, así como de la sociedad civil para el desarrollo de programas eficaces de facilitación del diálogo al interior de la familia, la escuela y la comunidad”.
Por otro lado, la 13 recomendación del Congreso Mundial plantea “Fortalecer los proyectos de escuelas pacificas, aulas cooperativas y grupos de trabajo colaborativo para que a partir del cuarto año de primaria, niñas y niños aprendan a mediar entre pares sobre la base de la creación de unidades de mediación de pares y facilitación del diálogo funjan como mediadores en el salón de clases y en los espacios de convivencia común dentro de la escuela”.
La 14 es conveniente “Desarrollar procesos de enseñanza en círculos en los que se privilegien las prácticas restaurativas en temas tan diversos como círculos de diálogo, círculos de aprendizaje, círculos de reflexión, círculos aspiracionales, círculos sobre gestión de conflictos, etc”.
La 15 se refiere al docente como protagonista en el aula “…para que este tenga plena conciencia de la influencia del desarrollo psicológico, biológico, cognitivo y endocrinológico en el proceso de enseñanza – aprendizaje y en la socialización de los educandos, incluida la capacidad para resolver de forma pacífica los conflictos y la generación de convivencia armónica en la escuela”.
La dieciséis sugiere “Diseñar e implementar programas desde las guarderías, incluido prescolar y primaria, que contemplen estrategias para que niños y niñas aprendan a dialogar asertiva, empática, compasiva y asociativamente, así como a gestionar sus propias emociones”.
La 17 a continuación indicando la “Correlacionar en las aulas la importancia de los diálogos asociativos, apreciativos y restaurativos con las habilidades sociocognitivas para que durante la mediación niñas y niños adquieran plena conciencia de su realidad y la de su entorno”.
Décima octava de estas conclusiones, señala que “A través de la mediación escolar abrir la mente de niñas, niños, adolescentes y jóvenes adultos a la comprensión de las verdaderas necesidades humanas y las ventajas de la mediación para que se aproximen a su satisfacción”.
19 sostiene que “La mediación escolar es agente eficaz para la prevención del acoso entre iguales y de su abordaje cuando existen condiciones pertinentes para ello y cuando se ha creado la cultura de resolución de conflictos vía la mediación y el diálogo entre estudiantes y actores educativos”.
y la 20 última dice “La comprensión de la dignidad humana catalogada en la declaración universal de los derechos humanos como intrínseca a nuestra naturaleza es esencial para la participación exitosa en procedimientos de mediación y de justicia restaurativa en la vida escolar”.