Cónclave, película de ficción que refleja realidades en la elección de un papa
SANTO DOMINGO.- El actual estado de salud del papa Francisco ha hecho que muchos empiecen a ver con mayor curiosidad la película de ficción Cónclave, en la que se pone de manifiesto las tensiones entre liberales y conservadores para la elección de un nuevo Sumo Pontífice.
La película inicia con la muerte del papa y los preparativos para un cónclave en el que participan los cardenales electores, reunión que se da bajo la dirección del cardenal Lawrense en su condición de decano del Colegio cardenalicio, personaje interpretado por el actor Ralph Fiennes.
La producción pasó como una película más sobre las intrigas dentro de la Iglesia, pero ha ganado relevancia cuando la salud del papa Francisco ha puesto a pensar sobre la posibilidad de un cónclave dentro de poco tiempo ya sea por muerte o renuncia del actual Sumo Pontífice.
Lo verosímil del proceso descrito en el guion de Robert Harris, también autor de la novela que inspiró la película, hace entender que recibió informaciones de parte de alguien que participó en el último cónclave celebrado en 2013 cuando resultó electo de manera inesperada como papa el entonces arzobispo de Buenos Aires, Argentina, el jesuita Jorge Mario Bergoglio.
Al inicio del cónclave en la Capilla Sixtina se presentan tres claros “papables” favoritos: un cardenal italiano conservador que cuestiona el rumbo que el pontífice fallecido había dado a la doctrina de la Iglesia; otro cardenal italiano liberal comprometido con darle continuidad a la línea impulsadas hasta ese momento y un cardenal africano, con postura también conservadoras pero que representa la parte del mundo donde la catolicidad está creciendo con mayor vigor.
La película aborda de manera respetuosa esas tensiones entre liberales y conservadores en el cónclave y los amarres en cada votación para intentar que el próximo pontífice represente una u otra corriente.
Pero no deja de poner de manifiesto la presencia de aquellos que actúan llevados por las ansias de poder terrenal, escenificado en el personaje del cardenal Tremblay, interpretado por John Lithgow, mostrado como uno de los cardenales más influyentes en la elección del nuevo Papa. Su personaje genera tensiones y es una de las fuerzas que impulsan las intrigas dentro del cónclave, utilizando alianzas y maniobras políticas para inclinar la votación a favor de sus intereses, incluyendo haber hecho favores económicos para conseguir adhesiones, práctica prohibida por la iglesia y que se conoce como Simonías.
Similitudes con la Realidad
Aunque Conclave es una obra de ficción, sus elementos reflejan de manera fidedigna lo que ha ocurrido en elecciones papales recientes. El guion está claramente influenciado por sucesos reales, como el cónclave que en 2013 llevó a la elección del Papa Francisco tras la renuncia de Benedicto XVI. En aquella ocasión, también se evidenció un choque entre sectores reformistas y conservadores dentro del Colegio Cardenalicio.
Otro elemento que añade realismo a la película es el secreto absoluto bajo el cual se desarrolla el cónclave, una tradición que se mantiene desde hace siglos y que busca evitar injerencias externas.
Asimismo, la película sugiere la posibilidad de que factores externos y presiones geopolíticas influyan en la decisión de los cardenales, algo que en la historia de la Iglesia ha sido un tema recurrente. La figura del «papable sorpresa», un cardenal que no estaba entre los favoritos pero que termina emergiendo como candidato de consenso, también es un reflejo de lo que ha sucedido en la historia reciente del Vaticano.
Sin embargo, es este uno de los elementos de ficción de la película que no se corresponde con la realidad ya que se trata de un supuesto cardenal “in pectore” nombrado por el papa y cuya existencia se desconocía.
Si bien es cierto que existe la figura de los cardenales “in pectores”, los mismos cesan sin ser reconocidos como tales si el Papa fallece sin haber revelado su nombre, por lo que según el Derecho Canónico no sería posible que aparezca para un cónclave alguien a quien se le reconozca la condición de cardenal elector por haber sido designado “in pectore” por un papa fallecido.
En la película ese es el personaje utilizado para el giro inesperado.
Uno de los aspectos más interesantes de la película es cómo se presentan las tensiones entre los diferentes sectores de la Iglesia. Mientras algunos cardenales defienden una postura más progresista, otros insisten en la necesidad de preservar las tradiciones. Este choque ideológico se ve reflejado en la manera en que los personajes interactúan, desde los discursos formales hasta los encuentros privados llenos de intrigas.
La actualidad
El mundo empieza a ver la posibilidad de un cónclave para la elección de un nuevo papa debido al delicado estado de salud del Papa Francisco, quien además se ha encargado de diversificar la representación territorial de los cardenales y los ha llevado a 130, superando en 10 el máximo de 120 que habían fijado sus antecesores, aunque ese límite no es obligatorio sino recomendado.
Europa sigue siendo el continente con más cardenales electores con 53 en total, de los cuales 36 son italianos lo que mantiene a ese país como el más influyente al representar el 28% del total general. Así ha sido la tradición ya que en la práctica el Papa es en teoría el obispo de Roma desde donde ejerce su liderazgo en la Iglesia Católica universal.
De América Latina hay 24 cardenales, América del norte cuenta con 14, en África hay 19 cardenales, provenientes de Asia son 16 cardenales y de Oceanía son 4 cardenales, para completar los 130 cardenales electores, que son aquellos con menos de 80 años de edad.
Al igual que en la película, en la acutalidad hay una fuerte tensión entre liberales y conservadores la cual no ha quedado oculto produciéndose grandes debates por decisiones y pronunciamientos del papa Francisco, los cuales han sido cuestionados por el ala ortodoxa de la Iglesia.
Etiquetas
Artículos Relacionados