«Volveré»: El canto unió a los dominicanos en el adiós a Rubby Pérez
Santo Domingo.- República Dominicana se despidió este jueves, entre lágrimas, sollozos y cánticos, de Rubby Pérez, reconocido como «la voz más alta del merengue», quien murió tras desplomarse el techo de la discoteca Jet Set mientras amenizaba una fiesta.

Mientras sus restos eran trasladados a su destino final, el cementerio Puerta del Cielo, una multitud de personas se volcó a las calles con banderas dominicanas, sumándose a la emotiva caravana fúnebre.

Motoristas, camionetas repletas de admiradores y ciudadanos a pie acompañaron el cortejo durante todo el trayecto, rindiendo un último y sentido homenaje al destacado merenguero.

Los presentes entonaron con fervor algunos de sus éxitos más emblemáticos, como «Volveré» y «Sobreviviré», creando un ambiente de nostalgia y celebración de su legado musical.
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Sobre el féretro de Rubby Pérez, se colocaron dos banderas: la dominicana, símbolo de su nacionalidad, y la venezolana, en reconocimiento a los años que el artista residió en ese país, al que consideraba su segundo hogar y donde cosechó importantes lazos afectivos y profesionales.

Un sombrero y unas gafas de sol, accesorios inseparables del artista, fueron el toque final en la decoración de su ataúd, evocando la imagen característica de Rubby Pérez. Amigos y familiares lo recordaron como un hombre humilde, profundamente arraigado a las costumbres criollas y con una conexión especial con su público.
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A su llegada al cementerio Puerta del Cielo, los restos del intérprete del famoso estribillo «Ay ombe» fueron recibidos con profunda emoción por familiares, amigos y colegas del mundo artístico. En un gesto de despedida cargado de sentimiento, los merengueros Kaki Vargas, Silvio Mora y Crispi, acompañados por todos los presentes, interpretaron la canción «Volveré».

Este homenaje musical buscó honrar la memoria de Rubby Pérez de la manera en que él, con su espíritu alegre y vibrante, seguramente hubiera deseado ser recordado. La música, que fue su vida y su pasión, se convirtió en el último adiós a una leyenda del merengue.
Tragedia
La estrella del merengue falleció mientras hacía lo que le apasionaba: cantar y animar a su público. La madrugada del pasado martes, amenizaba la tradicional fiesta de los lunes del centro de entretenimiento nocturno Jet Set y, cuando entonaba la canción «Color de Rosa», cerca de la 1 de la mañana, el techo se desplomó sobre él y todos los que se dieron cita esa noche para deleitarse con sus interpretaciones.

Roberto Antonio Pérez Herrera (Rubby Pérez), nació el 8 de marzo de 1956 en el municipio Haina, de la provincia San Cristóbal. Tras ver sus sueños de ser pelotero tronchados por un accidente automovilístico en el se fracturó su pierna derecha, Rubby encontró en el canto su nueva inspiración.
Comenzó su carrera musical en agrupaciones juveniles como el Coro de la Sociedad de Orientación Juvenil y Los Hijos del Rey. En 1982, su carrera despegó al unirse a la orquesta de Wilfrido Vargas, donde popularizó éxitos como «El Africano», «Volveré» y «Las Avispas». En 1987, inició su carrera como solista, destacándose con temas como «Buscando tus Besos», «Dame Veneno», «Enamorado de Ella», «Sobreviviré» y «Tú Vas a Volar».
La magnitud de la tragedia ha quedado reflejada en los reportes del Centro de Operaciones de Emergencias (COE) y el Instituto Nacional de Ciencias Forenses (INACIF), que hasta el momento cifran el número de víctimas fatales en al menos 221 personas.

Esta cifra escalofriante ha sumido en la consternación a toda la sociedad dominicana, trascendiendo fronteras y generando mensajes de solidaridad y pesar por parte de figuras públicas internacionales y presidentes de otras naciones.
Duelo nacional
Debido a la conmoción, el presidente Luis Abinader, mediante el Decreto 195-25, extendió tres días más el duelo nacional.

Además, un número significativo de personas continúa congregándose a las afueras del Instituto Nacional de Patología Forense, en una desesperada búsqueda de información sobre el paradero de sus seres queridos que se encontraban en la discoteca en el momento del colapso.
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