Nadie ha tenido un debut en casa con los Filis como Michael Lorenzen.

Lorenzen lanzó el 14to juego sin hit ni carrera en la historia de los Filis – el primero desde 2015 – en una victoria de 7-0 sobre los Nacionales la noche del miércoles en el Citizens Bank Park. Se unió a Filadelfia en un cambio con Detroit el 1ro de agosto, justo antes de la Fecha Límite de Cambios. Lorenzen lanzó ocho innings, un tope personal este año para él, en una victoria sobre Miami el jueves en su primera apertura después del canje y luego dominó a Washington con una actuación verdaderamente magistral, que incluyó cinco ponches y cuatro boletos.

Lorenzen ya había hecho 111 lanzamientos, la cifra más alta de su carrera, cuando salió al montículo en la novena entrada. Los aficionados de los Filis se pusieron en pie y aplaudieron. No habían visto un no-hitter de los Filis en su estadio desde el sin hit de Roy Halladay el 6 de octubre de 2010, en el Juego 1 de la Serie de División de la Liga Nacional contra los Rojos.

“Me hizo sentir escalofríos”, confesó Lorenzen.

“Fue increíble salir para el séptimo, para el octavo, para el noveno”, confesó Lorenzen después del juego. “Me dio un impulso de energía. Estos aficionados … Hombre, nunca he sido parte de una organización donde los aficionados son parte del equipo. … Ellos juegan un papel en el terreno para nosotros, y me dieron ese impulso que necesitaba [en el] séptimo, octavo y noveno”.

Lorenzen retiró a Lane Thomas con un rodado al tercera base Alec Bohm para el primer out en el noveno. El mexicano Joey Meneses, quien jonroneó dos veces para vencer a los Filis el martes, se ponchó tirándole para el segundo out. Dominic Smith elevó a manos del jardinero central Johan Rojas para entregar el último out de la noche ante el 124to lanzamiento de Lorenzen.

“Ha sido el mejor momento de mi carrera en el béisbol”, expresó el derecho de 31 años.

“Trabajé muy duro para hacer realidad este sueño”, dijo Lorenzen. “He visto cada uno de los no-hitters de Nolan Ryan, porque siempre he querido lanzar un no hit no run. El hecho de que acabo de hacerlo delante de esta afición, no me lo puedo creer”.

Los Filis celebraron la hazaña en el terreno. La esposa de Lorenzen, Cassi, su hija de nueve meses, June, y su madre, Cheryl, se unieron al festejo. Más tarde, Thomson brindó por Lorenzen en el clubhouse.

“Bienvenido a Filadelfia, hermano”, exclamó el piloto Rob Thomson.

El presidente de operaciones de béisbol de los Filis, Dave Dombrowski, se dio la vuelta por el clubhouse. Los jugadores comenzaron a aplaudir y lo felicitaron por haber adquirido a Lorenzen desde Detroit.