Santo Domingo.-El sensei Mamoru Matsunaga recibió ayer los más altos honores en la Casa Nacional del Judo, del Centro Olímpico, tras su fallecimiento el martes en la mañana en su residencia de este capital.

Con una nutrida guardia de honor, miembros de las distintas modalidades de las artes marciales convergieron para dar el último adiós al mentor de esas disciplinas.

El féretro conteniendo los restos de Matsunaga, considerado el ‘Padre del Judo Dominicano’, llegó a las 10:00 de la mañana, como estaba previsto, y de inmediato fue expuesto en el área de competencias de la Casa Nacional del Judo.

Después de una hora y media, los restos de Mamoru, escoltados por una nutrida caravana de vehículos, fueron trasladados a la funeraria Blandino, de la avenida Abraham Lincoln, donde se llevó a cabo una misa de cuerpo presente para luego ser cremados.

“Las enseñanzas de Matsunaga van a estar presentes por décadas”, manifestó Luis Mejía, presidente del Comité Olímpico Dominicano, quien fue el primero en resaltar la grandeza del fenecido dirigente y propulsor deportivo.