Madrid.- En un emotivo y solemne acto, la Embajada de la República Dominicana ante el Reino de España, conmemoró hoy 13 de noviembre el 29 aniversario del asesinato de la dominicana Lucrecia Pérez Matos, hecho sucedido en 1992, el cual fue reconocido como el primer crimen de racismo y xenofobia en España.
La actividad, realizada en el Salón de Actos de la Fundación Progreso y Cultura de la Unión General de Trabajadores (UGT, inició con un audiovisual de los días en que ocurrió el deceso de Lucrecia. La consejera Gleirys Cruz dio la bienvenida, seguidas por las palabras de apertura a cargo del embajador Juan Bolívar Díaz quien enfatizó que el martirio de Lucrecia Pérez dejó desafíos no sólo para la sociedad española, sino también para la dominicana y para todo el mundo, especialmente para asumir la solidaridad y compasión que requieren los inmigrantes de todas las tierras y épocas de la humanidad, aún cuando se establezcan limitaciones racionales.
El embajador Díaz resaltó la importancia de seguir trabajando por sociedades más equitativas, libres de racismo y xenofobia y con condiciones dignas para los inmigrantes.
La poetisa dominicana Marielys Duluc recitó el poema de su autoría “Ay Lucrecia”. La cantante dominicana Claudia Sánchez Vizcaíno interpretó las canciones “Canción para Lucrecia” y “La tierra escrita” acompañada por el pianista Daniel Oriza.
Como parte central del acto, se desarrolló un panel compuesto por la Sra. Bernarda Jiménez, autora del libro Lucrecia Pérez Matos: “Una muerte anunciada y la primera inmigración laboral a España”, publicado originalmente en el 2002 y reeditado para esta ocasión por la Embajada Dominicana, considerándolo fundamental para entender el proceso migratorio latinoamericano en España y los logros alanzados tras el drama de 1992.
También participaron en el panel, moderado por la consejera Randel de Jesús, la Sra. María Patrocinio de las Heras, ex concejala del Distrito de Aravaca, y la Sra. María Rey, periodista española, ambas con relevante actuación a raíz del crimen de Aravaca. Finalmente intervino la Sra. Kenia Carvajal Pérez, hija única de Lucrecia, quien agradeció el homenaje y formuló votos para que jamás se reproduzca el discrimen racial, ni el odio ni la xenofobia de Lucrecia.
Posterior al acto se llevó una ofrenda floral al mural de Lucrecia Pérez, en la Plaza de la Corona Boreal, Aravaca, Madrid, donde se congregó un nutrido grupo de españoles y dominicanos, y el Sr. Ángel Luis Sobrino de la Asociación Vecinal de Aravaca Osa Mayor leyó un manifiesto. Entre otros conceptos expresó que “El asesinato de Lucrecia fue considerado por la Justicia española el primer caso racista en nuestro país. Es evidente que no fue el primero, pero cierto es también que fue un crimen que nos afectó directamente, el que interpeló por primera vez con la mayor vehemencia a nuestra conciencia ciudadana. En nuestro barrio no habrá espacio para la xenofobia, el racismo, la discriminación de cualquier colectivo humano”.
Finalmente el embajador Díaz agradeció el acompañamiento de los directivos de la Asociación Vecinal de Aravaca y de todos los españoles y dominicanos presentes, particularmente a Raimundo Aragón, quien en 1992 era director general de Migración de España y ejerció amplia solidaridad con la comunidad de inmigrantes, contribuyendo al proceso de reconocimiento y regularización que se inició entonces.-