Mirada Profesional.-Las farmacéuticas GlaxoSmithKline (GSK) y AstraZeneca han dejado a un lado su tradicional rivalidad y  han unido fuerzas para desarrollar nuevos antibióticos que permitan combatir la “superbacteria” que afecta a hospitales y prisiones.

Estas compañías, junto con otras del sector farmacéutico, han conseguido una financiación estimada en 224 millones de euros de la Comisión Europea (CE) para investigar nuevos tipos de antibióticos, según informa el periódico británico “The Times”.

Las autoridades sanitarias europeas están a favor de estos estudios teniendo en cuenta que cada año mueren unas 25,000 personas en Europa a causa de la llamada “superbacteria” (MRSA), presente especialmente en unidades sanitarias y que no puede ser combatida con los actuales antibióticos que hay en el mercado.