Las principales avenidas y calles pasaron de la concurrencia que les caracteriza a la absoluta ausencia de conductores y peatones.
SANTO DOMINGO.-Prohibiciones, retenes, mascarillas, encierro, cansancio, muertes, vacunas, clandestinidad… son algunas de las palabras con la que, lectores de EL DÍA definieron el período de dos años en los que, por el impacto de la Covid-19, su cotidianidad mutó a una nueva realidad, siempre cambiante según las necesidades del momento.
Las reacciones llegan tras el cese de las restricciones de todo tipo anunciadas por el presidente Luis Abinader, quien delegó en la responsabilidad personal el cuidado preventivo de la enfermedad.
El inicio de todo
El SARS-CoV-2 entró a República Dominicana por la zona este, se extendió rápidamente a las áreas urbanas a la vez que dejaba tras sí una estela de incertidumbre, suspensiones laborales, paralización de la productividad y la muerte a destiempo de centenares.
El primer caso reportado por las autoridades correspondió al ciudadano italiano Claudio Pascualini de 62 años, procedente de Pesaro, región de Marcas en Italia.
El reporte dado por el entonces ministro de Salud Pública, Rafael Sánchez Cárdenas, se hizo el primero de marzo de 2020, pero Pascualini llegó al país el 22 de febrero.
Tres días después (25 de febrero) lo hizo una ciudadana canadiense a quien las autoridades le reservaron su identidad y que fue el segundo caso confirmado. Solo se supo de ella que tenía 70 años de edad y que se había hospedado en un hotel de Bayahíbe junto a su esposo.
En ambos casos, nunca se llegó a confirmar si tuvieron suficiente tiempo para convertirse en transmisores del virus.
El punto de giro en el comportamiento de la pandemia lo protagonizó la dominicana Oraida Herrera Díaz, recién llegada de Italia, tercer caso confirmado con el agravante de que, según Sánchez Cárdenas se había escapado de un centro de salud.
La “señora de Villa Arriba”, como más adelante se le conoció, se presentó ante periodistas desmintiendo a Salud Pública pero el resultado de la prueba que se le había realizado no tardó en darse a conocer: Oraida era positiva al Coronavirus, algo que para entonces era visto como sentencia de muerte.
Esa primera muerte fue notificada el 16 de marzo. Se trató de una dominicana de 47 años, recién llegada de España y con complejidades de salud previas al Covid-19.
Casi 24 meses después, la suma es de 4,354 decesos.
Medidas preventivas
La periodista Johana Matos, quien cubrió para EL DÍA la parte inicial de la pandemia, comenta algunas de las primeras medidas asumidas por las autoridades.
“Se suspendieron, justo antes del cierre, el 17 de marzo, todos los cruceros y los vuelos desde y hacia Europa, Corea, China e Irán que eran en ese momento los países afectados por un período de 30 días. A lo que se aspiraba en ese momento era a contener la expansión del virus, lo que no resultó”, dice.
Refiere además que se les prohibió a los funcionarios viajar al exterior, se suspendieron las clases en escuelas y colegios a la espera de jornadas de desinfección mientras que en las universidades se cerró totalmente.
“Los bancos les pidieron a sus clientes utilizar canales alternos, los supermercados empezaron a exigir la mascarilla y habilitaron horarios especiales para las personas de riesgo, se restringieron las consultas de rutinas, se paralizaron las actividades recreativas, las iglesias, era increíble como la vida cambiaba de la noche a la mañana”, cita Matos.
Los pronósticos no eran buenos, así que la gente empezó a realizar compras en grandes volúmenes y a protagonizar altercados incluso con los empleados de estos centros.
Artículos como el papel de baño lograron notoriedad por algunos días y una mascarilla desechable llegó a comercializarse a sesenta pesos, el equivalente a un dolar americano.
4,354 Muertes confirmadas.
Por Covid-19 en República Dominicana. Con reportes diarios en descenso a la fecha.
Uno no reportado
— Caso
La periodista española Pilar Vidal confesó haber entrado al país el 13 de enero contagiada con el virus, aunque sin saberlo y confirmado más adelante por personal médico de su país.
El toque de queda
La medida cumbre para limitar la propagación de la enfermedad fue limitar la movilidad a solo lo imprescindible y durante una parte del día.
Un derecho fundamental que solo podría ser restringido por una resolución declaratoria de estado de emergencia.
La primera solicitud fue enviada al Congreso Nacional por el presidente Danilo Medina el 18 de marzo de 2020.
Desde entonces se convirtió en algo rutinario.
Fueron emitidos 22 decretos presidenciales con 11 cambios de horario no repetitivos y más de 20 modificaciones.
Entre el 30 de junio y el 20 de julio de 2020 no hubo toque de queda, la etapa final de la campaña presidencial y las tensiones políticas a flote, llevaron a las autoridades a considerar que era la mejor opción.
De todo ese período destacan las confrontaciones entre ciudadanos y militares por violentar la medida. Poco más de 283,000 personas fueron detenidas, miles de vehículos incautados y fiestas clandestinas clausuradas. Un médico abusado, una diputada detenida, un militar exigiéndole a un periodista andar con su asignación contribuyeron a adornar el momento.
La gente encontró entonces en las azoteas de sus viviendas un espacio en el que, ninguna patrulla policial podía llegar.
El evento también puso de relieve las diferencias sociales en el país; quedarse en casa como se promovía no era opción para mucha gente, además de que la casa de otros tantos era espacio solo para mal dormir y limitarse a su reducido espacio era torturador.
El toque de queda concluyó en octubre de 2021 tras el inicio de una desescalada anunciada por el presidente, Luis Abinader.
El último de los horarios unificó los siete días de la semana iniciando a las 11:00 p.m. y concluyendo a las 5:00 a.m. con dos horas de libre circulación. Se trató de la flexibilización más significativa desde que se adoptaron medidas especiales en marzo de 2020.
La vida en las UCI
Mientras todo esto sucedía, en las Unidades de Cuidados Intensivos acondicionadas para Covid-19 la realidad era perturbadora. Un virus nuevo del que poco se conocía, colocó a la clase médica en máxima alerta.
En una visita realizada por este reportero en abril del 2020 al Centro Cardio-Neuro Oftalmológico y Transplante (CECANOT), se requirió de una hora y treinta minutos solo en preparativos.
El intensivista Richard Ruiz y la emergencióloga Katiuska Gutiérrez condujeron el proceso que consistió en la colocación de un traje quirúrgico, un gorro y unos zapatos de material similar.
Traje de bioprotección, botas de cuero, guantes y mascarillas dobles, lentes… un trozo de tela quirúrgica en los lugares poco cubiertos.
“Las medidas preventivas que tomamos con ustedes son las mismas que tomamos todos los días con los médicos, las enfermeras y el personal de apoyo”, afirmó Gutiérrez.
Tenían que trabajar turnos más largos de lo normal y lidiar con la preocupación insistente de los familiares y la muerte misma que les salía a cada paso cada vez que uno de los internos fallecía. Todo eso sin contar con lo que tenían que enfrentar una vez que retornaban a sus casas e interactuar con familiares.
Llegada de las vacunas
Fueron de las razones por las que, al igual que en todo el mundo, se priorizó su inoculación una vez llegaron las primeras vacunas.
La llegada de las vacunas fue todo un acontecimiento, por meses habían sido esperadas pero los países productores habían retenido la producción para inocular a su población, lo que dejó en desventaja al resto del mundo.
El primer lote llegó el 16 de febrero de 2021 con 20,000 unidades de Covishield. Un segundo lote cuatro días después, esta vez con 30,000.
Ese grupo fue suministrado rápidamente entre el personal de primera línea (médicos, enfermeras, policías, etc).
La Coronavac de la empresa de capital chino Sinovac, fue la que cambió el panorama.
La vicepresidente Raquel Peña, quien coordina el Gabinete de Salud, recibió desde China 768, 000 dosis el 23 de febrero. Le siguieron otros similares, también llegaron del mecanismo Covax y de Pfizer para el 11 de junio de ese mismo año.
El suministro permanente hizo que el Gobierno asumiera la aplicación de una tercera dosis de refuerzo. Esta medida fue anunciada por el Gabinete de Salud. Para el momento era una decisión con pocos antecedentes, posteriormente, otros países imitaron la acción.
El objetivo era prevenir ante las variantes que llegaban.
“Es una noticia que nos llena de más esperanza y alegría, pero, sobre todo, de más cobertura cuando estamos escuchando que en otros países han llegado una serie de variantes. Por eso estamos previendo y adelantándonos para que todos estemos bien protegidos”, indicó Peña en ese momento.
Exigen tres dosis
La tercera dosis que era de refuerzo, se convirtió luego en obligatoria.
El Ministerio de Salud Pública (MSP) emitió una resolución en la que establecía que a partir del 31 de enero de este 2022, se exigiría la tarjeta de vacunación contra el COVID-19 con un nuevo esquema de tercera dosis en mayores de 18 años, como medida de prevención a consecuencia de la nueva variante Ómicron.
También se habilitó una cuarta dosis de refuerzo opcional en el personal de salud, farmacéutico, en mayores de 60 años, en personas inmunodeprimidas, con diabetes, hipertensión, insuficiencia renal y cáncer.
A esa medida se le dio un plazo próximo a vencer hasta el 21 de febrero. Quedó sin efecto tras el anuncio presidencial de eliminar las restricciones.
Las muertes
El Covid-19 enlutó a los dominicanos. Desde el abuelito que se enfermó tras una visita de sus nietos hasta el joven que con antecedentes de otras enfermedades perdió la vida.
Jenny Polanco y el artista del metal, José Ignacio Morales; Francis Oliver, intérprete de merengue; el merenguero típico El Ciego de Nagua; el pastor Fausto Arias, cuñado de Milly Quezada y el cantante Billy Bachata, bajista y vicepresidente de Sgacedom. la leyenda de la radio dominicana Willy Rodríguez, entre otros, figuran entre los fallecidos.
También hubo sus milagros, el doctor Antonio Cruz Jiminián, encabeza esa lista.
Otras situaciones
—1— Congreso
En el Congreso se utilizó políticamente las solicitudes de estados de emergencia desde el inicio.
—2— Vuelos
La suspensión de vuelos siguió siendo una estrategia ante el surgimiento de variantes.
—3— Docencia
La ADP puso resistencia a las opciones educativas propuestas.