¿Cómo son tus pensamientos?

Lo que piensas, atraes. Es una frase que llevo hace días como fondo de mi celular. Me recuerda varias veces al día que tengo que aprender a manejar mis pensamientos. Hay personas capaces de ver siempre el lado positivo de las cosas.

Otras tienen la habilidad de irse, la mayoría de las veces, a la versión más angustiante. Creo que lo perfecto es el equilibrio, pero casi siempre la balanza va a un lado o a otro.

Un psicólogo muy reconocido dijo que los pensamientos se transforman en acciones. Que lo que pasa por nuestra cabeza es lo que al final dirige las cosas que hacemos.

Y si esto siempre es negativo o catastrófico, viviremos en un estado de ánimo similar y tomaremos decisiones siempre al límite.

Sin olvidar que nuestros niveles de cortisol estarán disparados constantemente. Y cuando te vengas a dar cuenta, todo a tu alrededor será así. Los problemas se nos “pegan” sin buscarlos o eso creemos. La vida se convierte en salir de algo malo, para entrar a algo peor.

Nuestra cabeza no tendrá espacio para todo lo bueno y maravilloso que existe porque estará invadida por esos pensamientos que nos mantienen en alerta, a la defensiva, siempre pensando lo peor. Y definitivamente es algo agotador, que nos acaba llevando a un estado de ansiedad continua. Cuando eso pase y sientas que no lo puedes controlar, busca ayuda. No pasa nada. Todos la necesitamos alguna vez.
Ahora, si es algo que haces por hábito, puedes llegar a controlarlo y manejarlo, pensando siempre lo mejor y después en cualquier otra opción. Puedes dar prioridad a la solución y no al problema, compartir con personas que te nutran positivamente, hacer deporte, leer cosas que te emocionen, ver series o películas que te hagan feliz. Así atraerás todo lo bueno.