Puerto Rico ya no es el mismo.
La isla, que fue devastada por el huracán María en 2017, no para de temblar desde final de diciembre.
Una secuencia de más de 2.000 sismos -el mayor de ellos con magnitud 6,4- ha remecido la zona sur generando escenas de caos y devastación.
De acuerdo con datos del gobierno, más de 8.000 personas tuvieron que acudir a refugios, en tanto otro número no determinado se vio obligado a dormir en carpas en las calles, los patios o espacios abiertos por temor a las réplicas.
Los servicios de agua y luz de la isla han sido afectados y cálculos preliminares estiman las pérdidas entre los US$110 millones y los US$400 millones.
Pero los cambios que ha experimentado la isla durante las últimas dos semanas no solo se reducen a miles de personas durmiendo en las calles en pánico o casas, escuelas e iglesias derribadas.
La serie de sismos que ha estremecido la isla incluso cambió el relieve en la zona suroeste.
Según reveló la NASA, como consecuencia de los temblores, Puerto Rico dejó de verse desde el espacio como se había visto desde que se tienen registros satelitales.
Imágenes tomadas por el satélite Copernicus Sentinel-1A de la Agencia Espacial Europea muestran que en la zona suroeste de la isla, especialmente cerca de la ciudad de Ponce, el terreno se desplazó hasta 14 centímetros.
Según la NASA, los datos indican que entre el 28 de diciembre y el 9 de enero pasados el suelo allí se hundió y se movió ligeramente hacia el oeste.
«Estos desplazamientos de terreno tienen lugar como consecuencias de temblores grandes, como el de 6,4 que tuvimos el pasado 7 de enero», le explica a BBC Mundo Víctor Huérfano, director de la Red Sísmica de Puerto Rico.
«Recordemos que un temblor es, en esencia, una ruptura a lo largo de una falla y eso implica movimiento de masas. Entonces, cuando son grandes, pueden ocurrir estas deformaciones que estamos viendo ahora y es lo que documentó la NASA», agrega.
¿Qué detectó la NASA?
El mapa publicado por la NASA muestra, según la agencia espacial estadoinidense, los cambios de terreno en la zona suroeste de Puerto Rico luego del terremoto del 7 de enero de 2020.
Las áreas de desplazamiento se muestran en rojo, con un color más oscuro en las zonas donde el movimiento fue mayor (14 centímetros).
Los círculos amarillos, entre tanto, muestran el conjunto de sismos y réplicas que han golpeado la isla recientemente.
Los científicos, de acuerdo con la agencia, descubrieron que el mayor desplazamiento ocurrió al oeste de la ciudad de Ponce (identificada por la estrella verde), no lejos del epicentro del terremoto de mayor magnitud registrado hasta ahora.
«Lo que muestra esa imagen de la NASA es que el relieve de la isla se deformó. La zona que está siendo afectada es la zona sur suroeste de Puerto Rico y eso es lo que se refleja en la imagen, la deformación de la superficie», explica Huérfano.
¿Cómo se ven los daños desde el espacio?
En otra imagen publicada el miércoles, la NASA reveló a través de un mapa de contraste sobre tomas satelitales y de radar los daños en las estructuras vistos desde el espacio.
Los expertos de la agencia compararon los datos satelitales del 14 de enero con otros de septiembre de 2019 para producir la imagen y, según explican, la variación de color de amarillo a rojo oscuro indica daños cada vez más significativo.
«Su análisis muestra que Guánica, al oeste de la ciudad de Ponce, fue particularmente afectada», indica un comunicado de la institución.
Sin embargo, los científicos advirtieron que los datos mostraban principalmente los daños de edificios y viviendas, ya que los satélites son menos sensibles a los cambios a pequeña escala o al daño estructural parcial.
¿Cuán inusual son estos cambios?
De acuerdo con Huérfano, si bien los desplazamientos de terreno son comunes cuando ocurren terremotos de gran intensidad, no existen registros de una situación similar en Puerto Rico desde hace miles de años.
«Históricamente, se sabe que ha habido otras deformaciones en la isla, porque hay evidencia de paleosismología que datan de entre 4.000 y 5.000 años. Pero a partir de ese momento, no se tenían registros de deformaciones apreciables de terreno de esta manera», señala.
De acuerdo con el experto, esto llevo a que la energía se fuera acumulando en esa área durante esos milenios y que, finalmente, los sismos que vive la isla ahora muestran que está en proceso de liberación.
«Pero, que se sepa, en la historia escrita o instrumental de la isla, no ha habido una actividad al nivel que estamos teniendo ahora«, señala.
Reportes de medios puertorriqueños indican que producto de los frecuentes sismos se han producido desprendimientos de terrenos en varias áreas de la zona sur de la isla.
Mientras, Punta Ventana, una formación de piedra que era uno de los lugares emblemáticos de Puerto Rico, se derrumbó durante uno de los sismos.