La velocidad de la luz es de 300 mil kilómetros por segundo, el relámpago o se ve casi al instante en que tiene efecto, pero no ocurre lo mismo con el trueno, ya que el sonido se propaga más lentamente, a unos 300 metros por segundo.
Santo Domingo.- Durante las estaciones de primavera y verano en la República Dominicana son frecuentes los truenos, los cuales se originan en una nubes de gran desarrollo vertical de color (blanquecina) cuando el calor producido por la descarga eléctrica calienta el aire y lo expande bruscamente, dando lugar a ondas de presión que se propagan como ondas sonoras.
Cuando estas ondas sonoras pasan sobre un observador (una persona) éste percibe el ruido denominado trueno.
La velocidad de la luz es de 300 mil kilómetros por segundo, el relámpago o se ve casi al instante en que tiene efecto, pero no ocurre lo mismo con el trueno, ya que el sonido se propaga más lentamente, a unos 300 metros por segundo. Por esto el trueno se oye después de desaparecer el relámpago, según la obra La Meteorología, de Félix José, página 75.
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En la República Dominicana ocurren fuertes descargas eléctricas en la zona de los Haitises en Monte Plata y Samaná; en la zona montañosa de Santiago Rodríguez y Dajabón, y en Cambita y Los Cacao de San Cristóbal, San Juan de la Maguana, La Vega entre otros lugares.
El trueno propiamente dicho se debe a que el sonido se produce a lo largo de todo el recorrido de la descarga eléctrica, que puede medir kilómetros de longitud, de modo que las ondas sonoras emitidas en distintos lugares llegan sucesivamente al oído de la persona dando esa sensación tan característica de continuidad.
