Existen muchas preguntas que pueden plantearse respecto a la fertilidad, y de igual manera existen múltiples factores, tanto masculinos como femeninos, que pueden llevar a esta condición.
Scarlet Pelegrín Martínez, ginecóloga de la Clínica Integral de la Mujer de los Centros de Diagnóstico y Medicina Avanzada y de Conferencias Médicas y Telemedicina (Cedimat), señala que el promedio en nacimientos por mujer y fertilidad en todo el trayecto de vida ha disminuido en las últimas décadas, en donde se estima que la fertilidad promedio mundial es de 2.4 nacimientos por mujer, por lo que ese dato lleva a diferentes dudas en cuanto a la fertilidad.
Hay una clasificación en el caso de los trastornos de fertilidad
Pelegrín manifiesta que se deben diferenciar términos como esterilidad, la cual es la imposibilidad de conseguir gestaciones tras un año de coitos normales sin uso de métodos anticonceptivos. Se considera una pareja estéril como sinónimo de imposibilidad de concebir.
Sin embargo, la palabra infertilidad hace referencia a los casos en que habiendo conseguido la gestación no se logra un embarazo viable, ya sea por aborto, embarazo ectópico o parto inmaduro. Esta se diferencia porque no se logra gestación evolutiva que produzca un feto viable.
La especialista indica que existe una clasificación en el caso de los trastornos de la fertilidad, donde se habla de esterilidad primaria, incapacidad de lograr un embarazo; secundaria, imposibilidad para gestar tras un embarazo previo.
Asimismo, se habla de infertilidad primaria, incapacidad para conseguir un feto viable y la secundaria, en donde la pérdida gestacional es recurrente después de gestación con feto viable.
Por otro lado, la galena explica que hay circunstancias especiales que requieren atención, como es el caso de que la mujer esté entre los 35–38 años, o que haya sospecha de patologías que puedan causar esterilidad, como endometriosis o patología tubáricas y tomar muy en cuenta si los ciclos menstruales son de manera irregular. “es de suma importancia saber que este estudio es tanto para hombre como para mujer”, puntualiza la doctora Pelegrín.
Diagnóstico
La ginecóloga sostiene que el diagnóstico de infertilidad se basa en tres pilares: en primer lugar está la realización de un adecuado interrogatorio médico (historia clínica); un examen físico y la interpretación de diferentes pruebas complementarias.
“La infertilidad es bueno comprender que se debe a factores masculinos, femeninos, combinación de ambos o ser idiopática (que no es consecuencia de otra).
Se debe tomar en consideración que existen también factores ambientales y el estilo de vida, dígase que la exposición al consumo excesivo de alcohol, tabaquismo, obesidad y contaminantes ambientales se han asociado con menores tasas de fecundidad”, sustenta la médica.
Hay sospecha de patologías que pueden causar esterilidad.
Pacientes en sobrepeso tienden a padecer síndrome de ovarios poliquísticos, al perder 5 a 10 por ciento del peso corporal tiende a mejorar la probabilidad de la ovulación y lograr un embarazo, pero por el contrario el tener un bajo peso también nos puede conllevar a una disfunción ovárica y no lograr una ovulación.
Las rutinas de ejercicios no deben ser excesivas, ya que estos pueden conllevar a una reducción de espermatozoides y en la mujer afectar la ovulación. Se considera la implementación de dieta mediterránea, siendo más saludable donde se consumen alimentos de origen vegetal, como cereales integrales, verduras, legumbres, frutas, frutos secos, semillas, hierbas y especias, son la base de la dieta. Se incluye mariscos, pescado, lácteos y carne de aves.
Quimioterapia
En pacientes que hayan sido sometidos a quimioterapia o radioterapia, deben de saber que esto puede conllevar a infertilidad, y como tratamiento preventivo es la criopreservación del esperma y óvulos.
Dura realidad
La especialista añade que luego de determinar la causa, algunas parejas tienen problemas para concebir por lo que deciden recurrir a métodos para facilitar la fecundación del óvulo con el espermatozoide, dando lugar a un embarazo.
Dentro de estos se encuentran, en primer lugar, dependiendo de la causa de infertilidad, los de baja complejidad, como el coito programado, donde se tienen relaciones sexuales durante los periodos próximos a la ovulación, con o sin estimulación, con hormonas o mediante la inseminación intrauterina, donde se coloca el semen procesado en un laboratorio, afirma la especialista.
“En segundo lugar se tienen los de alta complejidad, denominado fecundación in vitro, la micro inyección intra-citoplasmática de espermatozoides ISCI y la donación de óvulos o espermatozoides”, dice.
Tasas de éxito dependen de la complejidad
Las tasas de éxito de estos métodos dependerán de la complejidad de patologías en la pareja, pero se debe ser clave en la mejor decisión, porque mientras más tiempo pasa, más se ve comprometida la posibilidad de poder concebir un embarazo.
Es importante valorar que la fertilización in vitro tiende a tener una alta tasa de éxito, pero siempre dependerá de la salud y de otros factores de la pareja de que se trate.
