¿Cómo quería Félix Cumbé que lo recordaran?
Santo Domingo.- El mundo de la música tropical está de luto tras la partida de Félix Cumbé, un artista que dejó una huella imborrable en la bachata y el merengue.
Su talento, carisma y pasión por la música marcaron generaciones y lo convirtieron en una figura fundamental del género.
Félix Cumbé fue una de las grandes sorpresas del documental Bachatas Urbanas, dirigido por Pedro Ángel López.
En su participación, compartió su historia, su amor por la bachata y su inigualable energía.
En una de sus últimas entrevistas, le preguntaron cómo quería ser recordado, a lo que respondió con orgullo: «Como un gran bachatero».
Su legado musical y su inconfundible estilo seguirán vivos en cada acorde y en cada canción que interpretó con el alma.
Francisco Cruz, Félix Cumbé, El Hatianito o Critz Sterlin, este último su nombre real, nunca pensó en vivir en la República Dominicana y que un día el merengue le abriría las puertas, de la mano de artistas de renombre y establecidos en este ritmo.
Su llegada aquí se originó en 1977 cuando a Félix Cumbé se le ocurrió venir a visitar a una hermana que residía en Haina, a quien tenía un tiempo sin ver.
Él no tenía dinero para pagarse ese viaje y unos amigos le prestaron un burro para que viniera, y lo hizo en compañía de un guía dominicano que conocía la ruta y quien montado en el lomo de otro burro lo llevó desde Cabo Haitiano hasta Juana Méndez y su compañero de viaje lo dejó en el río Masacre.
Con mucho trabajo llegó a Haina donde su hermana, donde lo trataron tan bien que decidió quedarse en el país.
En 1978 se mudó a la Capital y trabajó en una compañía cargando blocks de 8, una actividad muy dura para él con 14 años.
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