Santo Domingo.-El cuadro de la Altagracia fue traído a la República Dominicana por dos hermanos Alonso y Antonio Trejo, que vinieron de Extremadura, España en el año de 1514.
Ellos colocaron el cuadro en la Iglesia de la Villa de Higüey (en el Este del país, a unos 200 kilómetros de Santo Domingo), donde decidieron establecerse convirtiendo este Santuario mariano en el más antiguo de América, era una una iglesia muy pobre, hecha de yaguas y tablas de palmas.
Rápidamente la gente comenzó a tenerle un aprecio especial al cuadro y debido a la gran cantidad de peregrinos en 1572 hizo la construcción de una iglesia nueva, de piedra. La gran Basílica que actualmente cobija el cuadro se comenzó a construirse en 1946 y fue inaugurada en 1971.
A esta historia del cuadro se añaden unas leyendas; como la que el cuadro fue entregado por un anciano desconocido a un hombre que se le había perdido su hija. Al llegar el cuadro al poblado de Higüey lo colocaron en naranjo para que todos lo vieran.
Otra versión de esta leyenda afirma que fue en el naranjo mismo donde se apareció el cuadro lo llevaron a la iglesia para luego volver a encontrarlo en el naranjo.
La fecha del 21 de enero se origina en la batalla de la Limnade ganada por los dominicanos en contra de las tropas francesas en el año de 1691.
El obispo Meriño consiguió que esta fiesta fuera una fiesta en todo el territorio nacional. De modo que hoy lo es no sólo a nivel religioso sino que es día festivo a nivel civil en República Dominicana.
Actualmente el cuadro es símbolo del pueblo dominicano, símbolo de su fe católica, de su identidad nacional, de su confianza en la protección de la Virgen María.
Según el historiador dominicano Alejandro Paulino Ramos, la devoción altagraciana se inició a mediados del siglo XVI en La Española, tanto en el área de Santo Domingo como en la entonces villa de Higüey.
El historiador resalta el hecho de que el día principal de su devoción era en ese momento el 15 de agosto, debido a que en dicha fecha fue traída la imagen de la Altagracia a la isla y que el mismo se debía celebrar en la ciudad del Este porque, de acuerdo con las tradiciones, era el lugar donde Dios quería que ella estuviese, aunque otros afirman que fue el lugar donde los hermanos Trejos se alojaron desde su llegada a la isla.
Según Mons. Ramón Benito, es la versión de los hermano Trejo que parece la más lógica porque, “ellos viene de Extremadura; allí es popular la Altagracia; se sabe que al dejar la patria cada uno llevaba consigo la devoción lar de su región; estos dos hermanos se establecieron en el Higüey de la Isla Española; allí llevaron la imagen de la Virgen de su devoción”.
Datos tomados de Internet/ sacerdote Domingo Vásquez de la Parroquia Nuestra Señora de América Latina.