
Las pantallas de los dispositivos electrónicos —como móviles, ordenadores portátiles, televisores o tabletas— tienden a acumular polvo, huellas y grasa con el uso diario. Además de afectar la visibilidad, esta suciedad puede reducir la vida útil de los equipos si no se limpia adecuadamente.
Pasos previos antes de limpiar
Antes de comenzar, apaga el dispositivo y, si es posible, desenchúfalo de la corriente. Esto evita riesgos eléctricos y permite ver con claridad las manchas o marcas que se van a eliminar.
El material adecuado
El paño de microfibra es el más recomendable para limpiar pantallas. Es suave, no deja pelusa y evita rayones. En cambio, materiales como papel, toallas de cocina o ropa pueden dañar la superficie o dejar residuos.

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Cómo realizar la limpieza
Para una limpieza más profunda:
Humedece ligeramente el paño con agua destilada o una mezcla de agua destilada y alcohol isopropílico al 70% (a partes iguales).
También puedes usar limpiadores especiales para pantallas, disponibles en tiendas de electrónica.
Nunca apliques el líquido directamente sobre la pantalla; pulverízalo sobre el paño.
Limpia con movimientos suaves y circulares, sin presionar demasiado.
Finaliza secando con otro paño limpio y seco para evitar marcas.
Qué productos evitar
No utilices limpiavidrios, cloro, amoníaco, vinagre ni limpiadores multiusos, ya que pueden dañar el recubrimiento antirreflejante o dejar manchas permanentes.

En zonas delicadas, como esquinas o puertos, es mejor usar aire comprimido o un pincel suave, en lugar de hisopos mojados o objetos puntiagudos.
Cada cuánto limpiar
Se recomienda limpiar las pantallas una vez por semana, o con mayor frecuencia si el uso es intensivo. Esta práctica mejora la higiene, la visibilidad y prolonga la durabilidad de los dispositivos.