La comunicación de una nueva gestión de gobierno presidencial es esencial para establecer un vínculo de confianza y transparencia con la ciudadanía desde el primer día. Aunque en el caso del presidente Luis Abinader esto pudiese parecer no aplicable, lo es al 100 por ciento puesto que entrando en un segundo mandato hay un desgaste figura, gobierno y partido.
Transparencia y accesibilidad
Un gobierno presidencial debe ser transparente en sus acciones y decisiones, proporcionando información clara y oportuna sobre políticas, programas y resultados.
Los ciudadanos tienen derecho a saber cómo se gestionan los recursos públicos y cuáles son las prioridades del gobierno. La accesibilidad a esta información es crucial, por lo que es necesario utilizar múltiples canales de comunicación y una gestión consistente de la comunicación orientada a ello.
Consistencia y coherencia
Es básico y clave que el mensaje del gobierno sea consistente y coherente. Todas las áreas del gobierno deben alinearse en torno a un mensaje unificado para evitar contradicciones que puedan generar incertidumbre, desconfianza o confusión. La coherencia en la comunicación asegura que todos los ciudadanos y actores claves entiendan las metas y los logros del gobierno de manera clara y apuesten a su realización.
Ciudadanos activos
La comunicación no debe ser unidireccional. Es importante fomentar la participación ciudadana mediante consultas públicas, foros y encuestas que permitan a los ciudadanos expresar sus opiniones y contribuir al proceso de toma de decisiones. Esto no solo enriquece las políticas públicas, sino que también fortalece la democracia participativa. Además que de contribuye a testear los mensajes, fortalecerlos o cambiarlos, si es necesario.
Buenas prácticas
Como un buen ejercicio podemos ver las acciones de la gestión del presidente Luis Abinader con las discusiones sobre la reforma constitucional. En ese proceso hay una estrategia de comunicación clara que ha dejado ver una activación de voceros en medios, líderes en sus temas, así como una serie de encuentros con diferentes sectores para escucharles. Esto junto a otras acciones le va dando al gobierno una idea de qué si y qué no dejar en su línea discursiva.