Los anuncios clasificados son una de las secciones más leídas en cualquier periódico.
Ahora bien, hay que saber interpretar bien los textos de esos anuncios, pues siempre podemos encontrar en ellos una pista oculta que nos permita adivinar la verdad detrás de lo que se dice.
Tomemos, por ejemplo, los avisos en los que se ofrecen empleos: Salario competitivo debe entenderse como que dicho salario compite con los de otras empresas, a ver quién paga menos.
Atmósfera de trabajo casual: no pagamos lo suficiente para exigirle que venga bien vestido al trabajo.
Únase a nuestro equipo desde el primer día: no tenemos tiempo para entrenarlo.
Se requiere disposición para trabajar algunas horas extra, cuando sea necesario: algunas horas cada noche y algunos días cada fin de semana.
Debe ser perfeccionista: no tenemos control de calidad.
Los solicitantes deben presentarse personalmente: si usted es viejo, gordo o feo, le diremos que ya la posición está ocupada.
Buscamos candidatos con experiencias variadas: usted tendrá que hacer el trabajo de tres personas que acaban de abandonar el empleo.
Se requiere habilidad para resolver problemas: nuestra empresa vive en un perpetuo caos.
Disposición para una buena comunicación: la gerencia comunica, usted escucha. Si no, imagínese lo que la gerencia quiere, y hágalo.
En conclusión, los clasificados son siempre útiles, sobre todo si podemos leer entre líneas lo que ellos dicen.