La detección temprana del cáncer puede mejorar significativamente los resultados de los pacientes. Los esfuerzos recientes para lograr esto se han centrado principalmente en técnicas de imagen y enfoques de biopsia líquida, como las pruebas de ADN de tumores circulantes.
La proteómica, el estudio a gran escala de las proteínas, representa una vía potencial para la detección temprana del cáncer.
Sin embargo, el uso de proteínas plasmáticas como biomarcadores para la detección temprana del cáncer ha sido un desafío debido a la complejidad del proteoma y la falta de sensibilidad en la detección de proteínas de baja abundancia.
Un estudio publicado recientemente confirmó que gracias al desarrollo de un nuevo test, la medición de las proteínas plasmáticas en la sangre mediante una prueba de detección del proteoma puede detectar 18 tipos diferentes de cánceres en sus primeras etapas de desarrollo, en comparación con otros enfoques.
Según datos de la nueva evidencia publicada en la prestigiosa revista científica BMJ Oncology, se desarrolló una nueva prueba de detección de múltiples cánceres en sangre para dar con la enfermedad en etapa temprana con alta precisión, intentando saltar la barrera en las pruebas de detección precoz para muchos tipos de cánceres que, hasta ahora, no estaban disponibles.
En la actualidad, el cáncer es una de las principales causas de muerte en todo el mundo y representa una de cada seis defunciones, según un estudio anterior del mismo equipo de trabajo del Novena de Palo Alto en California, EEUU. Se trata de un laboratorio especializado en la investigación de detección temprana de diferentes dolencias.
Casi el 60 % de los fallecimientos relacionados con el cáncer se deben a tumores para los cuales no existen pruebas de detección disponibles. Además, los métodos comúnmente utilizados, como las colonoscopias, las tomografías computarizadas y las mamografías, entre otros, tienen desventajas, como la invasividad, los altos costos y la precisión limitada en la detección de las primeras etapas.
Enfoques como la biopsia líquida, que analiza biomarcadores en muestras no sólidas, son prometedores, pero las pruebas multicáncer basadas en la genómica muestran una baja sensibilidad para las primeras etapas y pueden ser costosas. En el trabajo publicado en BMJ, se advierte que los biomarcadores de proteínas actuales en la sangre carecen de distinción y sensibilidad para la detección del cáncer.
En este nuevo método, los especialistas exploraron las proteínas plasmáticas como biomarcadores de tumores sólidos, centrándose en la necesidad de detectar marcadores de proteoma indetectables. Para ello, se recolectaron muestras de plasma de 440 pacientes a quienes se les diagnosticó 18 tipos distintos de cáncer con tumores sólidos en etapa temprana o que estaban completamente sanos.
Mediante el uso de ensayos de extensión de proximidad, se midieron más de 3.000 proteínas de alta y baja abundancia en cada muestra, identificando con éxito el sitio de origen del cáncer en más del 80 % de los casos. Siendo que se utilizó un enfoque estadístico de varios pasos, y se identificaron un conjunto limitado de proteínas específicas de cada sexo que podrían detectar cánceres en etapa temprana y su tejido de origen con alta precisión.
Los paneles de detección de cáncer específicos por sexo se elaboraron con 10 proteínas que tenían una alta precisión para hombres y mujeres. En la etapa I, con una distinción del 99 %, estos paneles detectaron el 93 % de los cánceres en hombres y el 84 % en mujeres. La prueba de proteínas plasmáticas reveló que ellas pertenecían principalmente al segmento de baja concentración del proteoma del plasma humano.
En general, los resultados de la prueba de plasma basada en proteínas han mostrado una alta sensibilidad en la detección de una variedad de tumores en etapa temprana en pacientes con cáncer, lo que la convierte en un fuerte candidato para su uso como herramienta de detección. La prueba destaca por su alta distinción, asequibilidad y eficacia, lo que permite reducir la muerte y la enfermedad.
Algunas limitaciones del estudio incluyeron el tamaño de cohorte relativamente pequeño, lo que puede afectar la generalización de su población. Además, ante la posible falta de datos sobre enfermedades y su enfoque exclusivo en los cánceres en etapa temprana, es posible que no representen completamente a las diversas poblaciones de pacientes o en etapas avanzadas.
Fuente: Infobae