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Perros Antidrogas: Olfato que combate el narcotráfico

Perros de la DNCD
📷 La vida útil de un perro antidrogas oscila entre los 7 y 8 años, dependiendo de sus condiciones físicas y capacidades olfativas.

Desde su creación en 1988, la DNCD ha integrado más de 400 ejemplares caninos, quienes, junto a sus guías, patrullan muelles, aeropuertos, puertos turísticos.

Santo Domingo. Con un olfato privilegiado y un entrenamiento riguroso, los perros de la Unidad Canina de la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) se han convertido en piezas clave en la lucha contra el narcotráfico en la República Dominicana.

Desde su creación en 1988, la DNCD ha integrado más de 400 ejemplares caninos, quienes, junto a sus guías, patrullan muelles, aeropuertos, puertos turísticos y centros de correspondencia como el Instituto Postal Dominicano. Su misión: detectar drogas y sustancias ilícitas con la precisión que solo el mejor amigo del hombre puede ofrecer.

El éxito de estos binomios caninos no es casual. La DNCD entrena a sus perros bajo una metodología cognitiva, centrada en la mente y el comportamiento del animal. A través de técnicas de condicionamiento operante, los entrenadores moldean y refuerzan conductas deseadas mientras corrigen aquellas que podrían afectar su rendimiento en el campo.

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De acuerdo al organismo, los «moldeadores de conducta» consisten en inducir respuestas específicas utilizando refuerzos y castigos estratégicamente dosificados; el refuerzo positivo implica premiar con algo agradable, mientras que el refuerzo negativo elimina un estímulo desagradable.

Además, los «reforzadores de conducta» se aplican según intervalos de tiempo o la cantidad de respuestas que el can da. Ya sea con intervalos fijos o variables, o con una razón fija o variable, el objetivo es claro: “Toda conducta reforzada tiende a repetirse”.

Servicio a la Patria

La vida útil de un perro antidrogas oscila entre los 7 y 8 años, dependiendo de sus condiciones físicas y capacidades olfativas. A lo largo de este tiempo, cada ejemplar se convierte en un soldado silencioso contra el narcotráfico, recorriendo terminales aéreas, bodegas de carga y embarcaciones sospechosas.

Solo en los últimos cinco años, estos canes han ayudado a detectar miles de kilogramos de drogas ilegales, evitando que sustancias peligrosas lleguen a las calles o crucen fronteras, especialmente hacia Estados Unidos, Europa y el Caribe.

Pero como todo servidor público, llega un momento en que deben retirarse. Este paso ocurre cuando el ejemplar comienza a perder su agudeza olfativa o padece alguna condición física o enfermedad que limita su desempeño. Algunos incluso muestran pérdida del hábito de detección, una señal de que ya cumplieron su ciclo operativo.

Al ser retirados, los perros son trasladados al Centro Regional de Entrenamiento y Capacitación Canina, donde reciben cuidados especiales. En muchos casos, sus antiguos guías optan por adoptarlos, manteniendo así el fuerte vínculo construido durante años de trabajo conjunto. Si no es así, pueden ser adoptados por otras personas que cumplan con los requisitos establecidos por la DNCD, garantizando siempre el bienestar del animal.

El impacto de estas unidades es incuestionable. En más de tres décadas de labor, han sido testigos y protagonistas de innumerables operativos exitosos. La última gran adquisición de 47 ejemplares, sumados a otros 24 donados por el sector privado, marca un hito en la historia de la institución.

Cada ladrido alerta, cada cola erguida frente a una maleta sospechosa, representa no solo una señal de peligro, sino también el resultado de años de entrenamiento y compromiso. Son verdaderos héroes de cuatro patas, cuya vida en servicio merece ser conocida, valorada y protegida.

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Joan Vargas

Joan Kennedy Vargas, periodista dominicano. Cubre la fuente de la Presidencia de la República, Policía, Fuerzas Armadas y DNCD.

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