Cómo el trabajo excesivo nos está matando (literalmente)

Lisa Choi ignoró los primeros síntomas. Después de todo, esta analista empresarial de 53 años era muy activa, estaba en buen estado físico, montaba frecuentemente en bicicleta, era vegetariana y evitaba la comida chatarra. Estaba lejos de ser la típica víctima de un infarto cardíaco.
Miss Universo: “Tener ansiedad no es una enfermedad, es una emoción y hay que gestionarla»
Sin embargo, Choi, desde su base en Seattle, EE.UU., estaba trabajando 60 horas a la semana, incluyendo noches y fines de semana. Tenía que cumplir estrictos plazos y manejar complejos proyectos digitales.
Esa carga laboral era completamente normal para ella. «Tengo un trabajo realmente de mucho estrés… por lo general voy a toda máquina», dice.
Pero hace unos meses empezó a sentir como si tuviera el peso de un yunque en el pecho, que empezó a tomar los síntomas con mayor seriedad. En el hospital detectaron que tenía un desgarro en una arteria.
Esa es una señal distintiva la disección coronaria espontánea (DCE), una condición del corazón relativamente rara que en particular afecta a las mujeres y a las personas menores de 50.
Cuando le dijeron que necesitaría una angioplastia para expandir la arteria, Choi pensó: «no tengo tiempo para esto. Tengo traslados agendados en el trabajo y estoy haciendo todo tipo de cosas».

Al igual que Choi, muchas personas también están enfrentando un deterioro en su salud debido a sus intensos horarios de trabajo. Una investigación nueva y seria -descrita como el primer estudio en cuantificar el impacto en la salud de las largas jornadas laborales- ha mostrado lo desoladora que es la situación.
En un artículo publicado el 17 de mayo, los autores, de instituciones como la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT), señalan que, cada año, 750.000 personas mueren de enfermedad coronaria isquémica y apoplejía, debido a largas horas de trabajo. (La enfermedad coronaria isquémica involucra la arterosclerosis. La DCE de Choi es diferente a la enfermedad coronaria tradicional, pero el estrés y la alta presión arterial son factores de riesgo en ambas).
En otras palabras, más gente muere por trabajo excesivo que de malaria. Esta es una crisis global, que requiere igual atención de empleados, compañías y gobiernos. Y, si no lo resolvemos, el problema no sólo podría continuar, sino empeorar.
Cómo el exceso de trabajo afecta la salud
En el estudio, publicado en la revista Environment International, los investigadores analizaron sistemáticamente los datos de largas jornadas de trabajo, definidas como 55 horas o más a la semana; su impacto en la salud y tasas de mortalidad de la mayoría de los países, entre 2000 y 2016. Los autores aplicaron factores de control como género y nivel socioeconómico, para extraer los efectos puros del trabajo excesivo en la salud.

El estudio establece que el trabajo excesivo es el mayor factor de enfermedad ocupacional, responsable de más o menos una tercera parte de la carga total de enfermedades relacionadas con el trabajo. «Yo personalmente, como epidemiólogo, quedé extremadamente sorprendido cuando trabajamos las cifras», dice Frank Pega, especialista técnico de la OMS y principal autor del artículo. «Me sorprendió extremadamente el tamaño de la carga». Describe los resultados como moderados, aunque clínicamente significativos.
Hay dos maneras principales en las que el trabajo excesivo puede reducir la salud y la longevidad. Una es el impacto biológico del estrés crónico, con un repunte en las hormonas del estrés que genera hipertensión y eleva el colesterol.
Luego vienen los cambios de comportamiento. Esas largas jornadas podrían significar dormir poco, hacer escaso ejercicio, comer comida poco sana y fumar y beber para soportarlas.

Y hay razones particulares para preocuparse sobre el trabajo excesivo, tanto mientras estemos en la pandemia de covid-19, como en la vida que tengamos después. La pandemia ha intensificado algunos estreses laborales, al tiempo que genera nuevas formas de cansancio en el lugar de trabajo.