Como candidato de soluciones prácticas va Gonzalo a elecciones
SANTO DOMINGO.-Gonzalo Castillo carga sobre sus hombros la responsabilidad de captar con sus propuestas el corazón de los dominicanos y extender más allá del 16 de agosto el gobierno del Partido de la Liberación Dominicana (PLD).
Castillo, un barahonero nacido el 20 de noviembre de 1960 del matrimonio de Miriam Terrero Samboy y el banilejo Gonzalo Castillo Peña, ha emergido en el escenario político dominicano convirtiéndose en una figura muy popular entre los aspirantes a la Presidencia.

Sus seguidores le reconocen como un pragmático consumado, algo que distingue a los que, como él, se han especializado en el área industrial.
Esto lo autentifica parte de sus antecedentes académicos cimentados en el título de Perito en electrónica industrial obtenido en el Instituto Politécnico Loyola en el año 1980.
Su ímpetu trabajador ha sido reconocido en secreto por sus adversarios políticos. Gonzalo trabaja.
Incansable trabajo
Su constante movimiento cambió el ritmo de la campaña al inicio de la pandemia del COVID-19, obligando a la oposición a tener que emularle con la entrega de ayuda social e insumos médicos a grupos marginados.
Aunque es la primera vez que Castillo aspira a una posición electiva, no es la primera vez que inventa (término utilizado por el mismo candidato para hablar sobre su capacidad creativa).

El 16 de agosto del año 2012, con el decreto 454-12, fue juramentado en el gabinete del entonces nuevo presidente de la República, Danilo Medina, como Ministro de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC).
Esa dependencia del Estado no iba más allá de canalizar las obras de infraestructura ideadas por el presidente de turno y aprobar los proyectos de construcción del sector privado.
Sin embargo, Gonzalo se jacta de haber ideado el Programa de Protección y Asistencia Vial, a través de la denominada Comisión Militar y Policial del Ministerio de Obras Públicas.
Este servicio fue muy bien valorado por la población, ya que ofrecía asistencia gratuita en las carreteras del país, algo que hasta ese momento era gestionado por empresas de capital privado.
Además, creó el “Fideicomiso RD Vial” para la gestión y manejo de los peajes de las autopistas y carreteras de la República Dominicana.
