Comicios y Covid-19

Cuando el 17 de febrero pasado, a eso de las 11:00 de la mañana, la Junta Central Electoral informaba de manera oficial que las elecciones que debían celebrarse ese día serían suspendidas, muchos pensamos que estábamos viviendo un momento único y difícilmente repetible en la historia democrática dominicana.

A poco menos de dos meses, volvemos a ver una posposición de las elecciones, aunque por razones distintas.

El órgano electoral recogió lo que era una especie de consenso generalizado de que lo provocado por el nuevo coronavirus Covid-19 hacía más que imprudente la movilización de 7.5 millones de personas para acudir a votar el mismo día, además del proceso previo de campaña electoral.

Las elecciones presidenciales y congresionales fueron repautadas para el 5 de julio y en caso de ser necesaria una segunda vuelta se celebraría el 26 de julio.

Ahora bien, la solidez democrática ha superado esas dos posposiciones, pero no necesita que le pongamos otras pruebas innecesarias.

Para que no sufra un nuevo y verdaderamente peligroso retraso debemos tener bajo control la pandemia del Covid-19 varias semanas antes de esa fecha.

Se necesita, por tanto, que cada quien cumpla con su rol: que la población respete la cuarentena, que las autoridades implementen las políticas sanitarias recomendadas, que el personal médico se integre de manera militante a atender a los pacientes.

En definitiva para controlar el virus y que empecemos a reconstruir la economía y volver a la normalidad, elecciones incluidas, hay que respetar la cuarentena y protegerse.