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El auge del comercio electrónico en República Dominicana: ¿están en riesgo los negocios locales?

Katherine Espino Por Katherine Espino
El auge del comercio electrónico en República Dominicana: ¿están en riesgo los negocios locales?
📷 El auge del comercio electrónico en República Dominicana: ¿están en riesgo los negocios locales?

Comercio

Cada domingo, doña Simona abre su pequeña tienda de ropa en el corazón de Villa Consuelo. Lleva más de veinte años vendiendo blusas, jeans y zapatos traídos desde Santiago, la frontera y, a veces, desde Panamá. Sin embargo, desde hace un tiempo, sus ventas han caído. “Los clientes me dicen: ‘lo vi más barato en internet’… y se van”, cuenta con resignación, mientras acomoda los maniquíes que ya casi nadie mira con detenimiento.

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Mientras tanto, su hija Mariela, de 22 años, no tiene tienda física. Vende ropa a través de Instagram y TikTok, y se abastece directamente de plataformas como SHEIN, donde puede elegir tallas, modelos y colores que llegan desde China por menos dinero del que su madre invierte en mercancía nacional. No paga alquiler, no necesita empleados, y sus clientas, jóvenes como ella, ya están acostumbradas a comprar con tarjeta y recibir paquetes en la puerta de su casa.

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Mariela incluso ha hecho devoluciones sin complicaciones: solo imprime una etiqueta que le envía la tienda por correo electrónico, y un mensajero se encarga del resto. Gana más que su madre. Y no está sola.

Esta historia, que se repite en muchos barrios del país, refleja una transformación profunda: el comercio electrónico está reescribiendo las reglas del consumo y obligando a los negocios locales a reinventarse.

Políticas de devolución, ventaja competitiva

Joel Francisco, de 37 años, se autodefine como fiel comprador de plataformas virtuales. “Compro en línea desde el 2009 y no pienso cambiar mis operaciones, me siento más seguro y si no me gusta lo que recibí solo tengo que iniciar el proceso de devolución”.

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Cuenta que en sus 16 años como comprador virtual, el único inconveniente que ha tenido fue durante la guerra arancelaria entre Estados Unidos y China, cuando algunas tiendas asiáticas, como AliExpress, dejaron de enviar mercancías a territorio estadounidense, lo que afectó también las entregas en República Dominicana. Aun así, sigue apostando por el e-commerce.

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Similar opinión tiene Sailin Galicia, de 24 años, quien prefiere comprar sus carteras y aretes por SHEIN. “No tengo tiempo para ir a tiendas físicas”, comenta.

E-commerce: crecimiento imparable

En 2023, las compras en línea superaron los 1,300 millones de dólares en Estados Unidos, según una encuesta de CNBC. Y, en República Dominicana, el Banco Central reportó que en 2024 los usuarios de banca digital superaron los ocho millones, con un crecimiento del 22.4% respecto al año anterior.

Lo cierto es que ya no se trata solo de conveniencia, sino de una nueva cultura de consumo.

Mirada de los expertos

Para el economista Juan Del Rosario Santana, el comercio electrónico avanza a pasos agigantados en República Dominicana y está transformando por completo el panorama económico del país.

“Las tiendas locales van a tener que emigrar hacia las tiendas online o crear un híbrido”.

 Juan Del Rosario Santana
Juan Del Rosario Santana

Del Rosario advierte que muchas tiendas físicas están siendo desplazadas por no actualizar sus métodos de operación. Entre los factores que impulsan el comercio online, menciona la compra virtual con realidad aumentada, la mejora en conectividad, plataformas más amigables, la expansión del uso de tarjetas (incluyendo en dólares), así como la eficiencia y reducción de costos en la logística.

También destaca la modernización de los procesos de desaduanización, lo que permite a los consumidores recibir productos de forma más rápida y confiable.

Sugiere a los comercios físicos adoptar un modelo híbrido (físico y digital), como ya lo han hecho algunos supermercados del país. “Están instalando centros de recogida para compras en línea, lo que les permite reducir personal, alquiler y otros gastos, y ofrecer productos más competitivos”.

Reto cultural

Del Rosario también señala un desafío cultural en la transición digital: la resistencia al cambio.

“Hay un tema de cultura… las tiendas físicas todavía preguntan si pagarás con tarjeta como si fuera algo raro”.

Según explica, la tecnología ha generado nuevas formas de consumo, donde incluso los mayores delegan en sus hijos las compras. “Los jóvenes ya compran online sin miedo, mientras muchos comerciantes tradicionales no han entendido la necesidad del cambio”, afirma.

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Sugiere que el Estado, a través del Ministerio de Industria y Comercio, debe apoyar a las MIPYMES para integrarse a este nuevo modelo, dotándolas de infraestructura tecnológica y capacitación.

“El consumidor dominicano ya no es el mismo. Hoy, hasta los mayores delegan en sus hijos las compras online. Y ese cambio no va a detenerse”.

Reglas locales

El economista Henri Hebrard coincide en que el comercio online amplía el alcance geográfico de los negocios: una tienda en Santo Domingo puede vender en Santiago, en Miami o incluso en Europa. Eso antes era impensable para un pequeño comercio físico.

Henri Hebrard.

Hebrard también resalta que esta transformación ha sido posible gracias a la infraestructura tecnológica y logística desarrollada en gran parte por el turismo en el país.

Sin embargo, advierte sobre un punto clave: la desigualdad legal y fiscal. Si los comercios virtuales informales no pagan impuestos ni cumplen regulaciones, los negocios tradicionales no pueden competir en igualdad de condiciones. Por eso, propone una modernización del marco legal y fiscal, que permita fomentar la innovación sin sacrificar la justicia económica.

Clic

La historia de doña Simona y su hija Mariela no es solo un contraste generacional: es el espejo de una transformación irreversible. El comercio electrónico no es una moda; es una nueva forma de vida que ha redefinido cómo compramos, vendemos y nos conectamos con el mundo.

Frente a este cambio, los negocios tradicionales solo tienen tres caminos: adaptarse, innovar o desaparecer. Porque hoy, más que nunca, el éxito no está en el local que abre temprano, sino en el clic que nunca cierra.

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Katherine Espino

Periodista digital. Community Manager. Locutora.

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