El gobierno de Brasil designó 44,000 militares en el territorio amazónico para controlar los incendios forestales.
SAO PAULO, BRASIL.-Unas 900 personas, entre bomberos, policías y militares, seguían ayer con los trabajos de combate a los incendios en el estado brasileño de Rondonia, mientras los estados de la región intensificaban las labores de fiscalización.
Desde el inicio de la mañana los equipos de combate al fuego realizan trabajos en suelo con unas gigantescas mangueras, en tanto que desde el cielo aeronaves de las Fuerzas Armadas auxilian en el control de las llamas.
La región amazónica brasileña sufre los peores incendios forestales de los últimos años, achacados en gran parte a la deforestación, y lo que ha generado una fuerte presión internacional que demanda la protección de esta región.
El Gobierno, que tardó algunos días para reaccionar a la crisis desatada por los fuegos, comenzó a actuar con firmeza desde el pasado fin de semana y ha destinado a 44,000 militares en el territorio amazónico.
Mientras las operaciones de combate a las llamas continúan de manera incesante, los habitantes de las zonas afectadas empiezan a calcular las pérdidas causadas por los fuegos, según relataron algunos productores.
Asimismo, con el objetivo de intensificar la fiscalización y la prevención de incendios ilegalmente provocados, la Gobernación de Rondonia creó esta semana el Centro Integrado Multiagencias de Coordinación Operacional (Ciman), que cuenta con representantes de la Defensa Civil, Policía Militarizada y Bomberos del estado.
La comunidad científica ha alertado de que la mayoría de los más de 27,000 focos de incendio registrados en la Amazonía brasileña, solo en agosto, están relacionados a la escalada de la deforestación en la región, que alcanzó los 2,254,8 kilómetros cuadrados en julio, un volumen un 278% superior al del mismo mes del año anterior.
Origen de incendios
Expertos del Instituto de Investigación Ambiental de la Amazonía afirmaron en declaraciones que la mayoría de los fuegos son producto de las “queimadas”, como son conocidos los incendios provocados de forma intencional por agricultores y ganaderos para el acondicionamiento de la tierra antes del cultivo.
Pero muchos productores rurales de la región abogan que, sin las “queimadas”, es imposible realizar la cosecha.
“Si nosotros no sacamos todos los árboles y toda la vegetación, si no quemamos el terreno, no se produce nada. La cosecha no va adelante”, afirmó la productora Shirley Machado, dueña de una hacienda situada a unos 80 kilómetros de Porto Velho, la capital regional de Rondonia.
Machado señaló que para “criar buey, cerdo, gallina” y “plantar el arroz, el fríjol, la caña, el azúcar o el maíz” es necesario “derribar” los árboles y “preparar” el suelo para el plantío.
Combates y temores
—1— Indígenas
Incendios en la Amazonía amenazan a pueblos indígenas aislados de Brasil.
—2— Ayuda
Sebastián Piñera, presidente de Chile, llega a Paraguay para entregar ayuda por incendios en triple frontera.
—3— Reducción
Los 7,000 incendios se han reducido un 20 por ciento.