Las hay negras, amarillas, coloradas, marrones y quien sabe de cuántos colores más, pero es común entre la gente llana la afirmación de que tal o cual situación está color de hormiga, en referencia a las dificultades por las que se atraviesa en un momento.
Pues así están para por lo menos dos de los contendientes en los comicios del domingo de Dajabón, porque el que gana por un voto sabe que el otro va a patalear hasta la última oportunidad y revisará con lupas en cada boleta atribuida al contrario en busca de alguna irregularidad y lo mismo hará en las suyas puestas a un lado para demostrar que se cometió una injusticia.
Desde la otra parte, se hará otro tanto con el propósito de ampliar la ventaja como sea posible, lo que promete una extensión del pataleo propio de la política.
Otros casos
En Cabrera, un municipio de la provincia María Trinidad Sánchez, también estaban siendo revisadas las boletas con lupa y tanto este caso, como el de Dajabón habían sido enviados a la Capital para una solución, que debe salir de la revisión de los votos anulados.
No son los únicos a pesar de la profusión de informaciones desatadas alrededor. En el distrito municipal Caballero, de la provincia Sánchez Ramírez, la victoria preliminar se ha producido también por un voto.
Y un empate
En el distrito municipal La Caleta, de La Romana, se produjo un empate y en este tipo de situaciones la solución, si no se recupera un voto nulo, la decide la suerte.