SANTO DOMINGO.-Cristóbal Colón naufragó frente a las costas de lo que hoy es Haití y allí mismo mandó a construir el Fuerte de la Navidad. El asentamiento en el lado de República Dominicana es fruto del segundo viaje, ya que la Isabela fue fundada en 1494.
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El historiador Joan Ferrer, director de las Ferias del Libro, confirmó esta cronología y respaldó las recientes declaraciones de la Embajada de España en Haití, que situó el desembarco inicial de los españoles en territorio haitiano. Según Ferrer, esta afirmación es ampliamente aceptada y repasada en la historiografía.
Ferrer recordó que en ese entonces estaba en vigencia el calendario juliano, cuyas fechas difieren del actual calendario gregoriano. «Es decir que ni el 12 de octubre ni el 5 de diciembre de 1492 se corresponden con nuestro cómputo actual».
«La polémica generada por la publicación en redes sociales de la Embajada de España en Haití, a raíz de celebrarse el 5 de diciembre próximo pasado la efeméride de la llegada de Colón a la isla Española, obliga a quienes cultivamos la historia a hacer algunas precisiones al respecto, tanto sobre los dos primeros viajes del ilustre marino, como de las fechas y el lugar de fundación de los asentamientos de los europeos (uno temporal, otro permanente) en el litoral norte de la isla. Así como de la lectura del Diario de Navegación del almirante, fuente por antonomasia para estudiar el período en cuestión», sostuvo el historiador.
Añadió que el miércoles 5 de diciembre de 1492, la tripulación “vio tierra y era una isla muy grande, de la cual tenía- dice- información de los indios, a quienes llamaban ellos Bohío, poblada de gente.”
Agrega que acto seguido, el 6 de diciembre, relata que “a hora de vísperas (cerca de las 6 de la tarde) entró en el puerto dicho, y le puso el nombre de Puerto de San Nicolao, porque era el día de San Nicolás” (el Môle Saint-Nicolás en el extremo noroccidental del actual Haití).
«De acuerdo- siempre con dicha bitácora-llegó pues a la Tortuga el viernes 14 de diciembre. Y, ya fuera por el empeño en establecer contacto con los nativos y encontrar oro, ya porque las condiciones climatológicas no fueron del todo favorables para la navegación, poco pudo recorrer la expedición durante los días siguientes».
El historiador explicó que el 19 de diciembre, todavía se hallaban merodeando en las inmediaciones de la Tortuga. De donde se sigue también que el día 20, surgió (atracó) en un puerto cercano, en el que la minúscula flota permaneció hasta la madrugada del 24, levando anclas justo antes del amanecer.
De esta misma guisa-sigue explicando Ferrer- en la entrada correspondiente al día 25 de diciembre se anota que, entre las últimas horas de la noche (23:00-24:00) y las primeras de la madrugada (del 26), “las aguas que corrían llevaron la nao (Santa María) sobre uno de aquellos bancos” donde finalmente encalló.
«En palabras del almirante: “nuestro Señor había hecho encallar allí la nao porque hiciese allí asiento… Ahora tengo ordenados de hacer una torre y fortaleza. Más allá de lo puramente anecdótico, en el naufragio no se perdió una agujeta, ni tabla ni clavo”.
Con lo cual mandó levantar una pequeña estructura defensiva (a la que más adelante en el texto llama Villa de la Navidad). Mientras, supo, por boca de un nativo, que a cuatro jornadas al este se hallaban, entre otros, los ricos lugares de Macoríx y Cibao, en los que abundaba el oro.
Sin embargo, según el historiador Joan Ferrer, pronto se vio conminado a preparar el viaje de regreso a España, dejando tras de sí a 39 hombres, al abrigo de la fortaleza y bajo la protección personal del cacique Guacanagaríx. Partió el día 3 de enero de 1493 y no regresó hasta noviembre de 1494, no sin antes haber pasado por algunas de las Antillas menores y Puerto Rico.
«Al percatarse de la destrucción de la Navidad, y tras tomar algunas previsiones, siguió barloventeando por toda la costa norte de la isla hasta dar con el lugar de fundación de la Isabela, primer asentamiento europeo permanente en Indias».
Ferrer indica que a tenor de todo lo anterior, la búsqueda del pecio del célebre navío “que cambió el mundo” es un asunto que ha obsesionado por décadas a los arqueólogos subacuáticos.
«Dicho esto, aún cuando hay quien ha asegurado haberlo encontrado, las investigaciones no son concluyentes, y han sido incluso cuestionadas por la comunidad científica. En cualquier caso, lo que sí se da por cierto es que la fundación de la Isabela está íntimamente ligada a la suerte de aquel primer asentamiento temporal (la Navidad) levantado en la costa norte de la actual República de Haití», concluyó.